Fútbol

Nada cuenta en Vallecas más que el sentimiento. Ni años en Primera, ni jugadores millonarios, ni muchísimo menos títulos. Y la noche del viernes 14 de octubre se fue en explicarlo; único y más esencial punto del día. Un Rayo Vallecano-Getafe no es un partido más. Y menos una vez que Quique Sánchez Flores, en público, asegurara que, por números, su Geta era el tercer equipo de Madrid.
El FC Barcelona hace bastante tiempo se aficionó al sufrimiento, esté quien esté en el banquillo y sobre el terreno de juego. Los barcelonistas, que en los últimos tiempos viven más de calculadoras y vejaciones que de buen futbol, han vuelto a quedar pendiendo de un hilo en la Champions League en el enésimo desastre del equipo, esta vez contra el Inter. No dependen de sí y, si los italianos ganan al Viktoria Plzen la próxima semana, volverán a decir adiós en fase de conjuntos.

Ha pensado el Real Madrid demasiado en el tradicional y ha estado a puntito de pagarlo con su primera derrota de la época frente al Shakhtar Donetsk. Un gol de cabeza de Rüdiger, con brecha en la cabeza incluida en el 95, ha salvado a los blancos y los ha metido en los octavos de la Champions ya de forma matemática. Buen resultado para el Real Madrid, mas malas sensaciones.

Triunfo fundamental de los 'red devils' frente al Everton (1-2) para regresar a coger ética y meterse en puestos europeos. Los mancunianos se restituyeron de un mal comienzo y lograron remontar con tantos de Antony y de Cristiano Ronaldo. El conjunto de Erik Ten Hag no entró bien al partido y prueba de ello fue el tempranero gol de los 'toffees'. Perdió el balón Casemiro en el centro del campo, montó la contra el Everton, y tras el rechace de la defensa, Iwobi recogió el rechace y la manda a guardar con un disparo irrevocable desde la frontal.