Fútbol

Sábado a las 3 de la tarde en Inglaterra es el equivalente al domingo a las 5 en cualquier campo de futbol de España. A lo largo de sus 6 años en Manchester, Pep Guardiola ha dirigido 55 veces a los suyos en esa franja horaria, la tradicional del futbol inglés, con un registro favorable: solo dos derrotas. Las dos frente al Crystal Palace. Los londinenses tomaron la medida a los mancunianos. Primero con Roy Hodgson y más tarde con Patrick Vieira. En la tarde del sábado, la escena recordó a la última visita de las águilas al Etihad Stadium.

El Borussia Dortmund tiró de practicidad para doblegar al Hertha Berlín. El conjunto dirigido por Edin Terzic se restituyó de la dura derrota frente al Werder Bremen y volvió a la ruta de la victoria merced a un solitario gol de Anthony Modeste.

Así es el futbol. Tras las dos primeras jornadas de Premier League, el Manchester United presentaba exactamente los mismos síntomas que tuvo bajo la batuta de los adiestradores que antecedieron a Erik ten Hag. Sin intensidad, sin acierto, sin hacer servir el talento que se le alardea a una plantilla habituada a desilusionar en los últimos tiempos. Tras las dos últimas jornadas, el panorama ha alterado radicalmente.

Una victoria en el Martínez Valero fue la mejor terapia de la Real para olvidar la marcha de Isak. El equipo de Imanol salió de su particular depresión con 3 puntos en el macuto y conquistando la casa de un Elche que no acaba de despegar en este arranque. El equipo de Francisco solo ha sumado un punto de 9 y tiene mucho que prosperar. Los arranques de furia, hasta el instante, no le están sirviendo para quitarse la presión que tiene por no haber ganado aún. Brais Méndez, en la semana de Isak, hizo olvidar al sueco con su definitivo gol. El gallego fue el antídoto.