Fútbol

El Madrid es un equipo de hábitos exóticos. Uno de ellos, iniciar perdiendo tal y como si necesitara sentirse en riesgo para comenzar a nadar. La historia se repite con una regularidad lúgubre para los contrincantes. El tema es tan redundante que se ha transformado en una practica ordinaria para los blancos. Lo saben los apasionados. Los del Madrid, que apenas se alteran con el primer gol en contra.
Es posible que Coudet y sus hombres den muchas vueltas al comienzo del encuentro en el campo del Atlético. Salió el Celta más optimista que el contrincante y tuvo un par de ocasiones para ponerse por delante. No lo hizo y después fue recibiendo bofetones, uno tras otro, sin saber realmente bien de qué manera reaccionar a los golpes que iban cayendo.
Victoria de prestigio. Triunfo histórico. Noche imborrable. La Real Sociedad va a tardar en olvidar este 8 de septiembre. El día en el que el R. Unido y el planeta entero se estremecía con el fallecimiento de la longeva Reina Isabel II, el equipo txuri- urdin ganaba por fin a un grande en Europa y no en cualquier escenario. La Real ganaba en Old Trafford, ni más ni menos. El sueño por fin se hizo realidad en el teatro de los sueños. Pues los sueños se cumplen. Y la Real lleva tiempo buscando este. Lo halló merced a un gol de penalti de Brais Méndez en la segunda parte que firmó el trabajo de un equipo que probó que ha crecido tanto que está para mirar a la cara, y ganarle en su casa, a un Manchester United. Con 2.000 felices apasionados realistas en las gradas.