Manchester United - Real Sociedad (0-1)

Victoria de prestigio. Triunfo histórico. Noche imborrable. La Real Sociedad va a tardar en olvidar este 8 de septiembre. El día en el que el R. Unido y el planeta entero se estremecía con el fallecimiento de la longeva Reina Isabel II, el equipo txuri- urdin ganaba por fin a un grande en Europa y no en cualquier escenario. La Real ganaba en Old Trafford, ni más ni menos. El sueño por fin se hizo realidad en el teatro de los sueños. Pues los sueños se cumplen. Y la Real lleva tiempo buscando este. Lo halló merced a un gol de penalti de Brais Méndez en la segunda parte que firmó el trabajo de un equipo que probó que ha crecido tanto que está para mirar a la cara, y ganarle en su casa, a un Manchester United. Con 2.000 felices apasionados realistas en las gradas.
El desarrollo es evidente y por fin palpable. Y todo esto de paso le deja soñar, aun, con que se puede, y se debe, luchar por la primera plaza de conjunto. Esto debe valer para que la Real prosiga dando pasos grandes en Europa, que era su gran reto y objetivo esta temporada. Ha comenzado a darlo. Old Trafford lo ha comprobado.

La Real Sociedad salió procurando ser leal a su estilo, con pretensión de ser valiente y de presionar la salida de balón del United, uno de sus puntos enclenques. Mas el poderío físico del conjunto inglés complicaba poner en práctica sus ideas, y padecía más de lo deseado a fin de que el partido no se transformara en un correcalles. Cristiano Ronaldo y Casemiro eran titulares por fin. El portugués tras bastantes partidos, el brasileiro por vez primera desde el momento en que aterrizase en Manchester. Completaba la nómina de ex madridistas Raphael Varane en la defensa de los ‘red’, si bien no salió al campo. Por su lado, la Real se hacía fuerte en defensa con Aritz Elustondo en vez de Le Normand. Y fiaba su potencial ofensivo a su nómina de jugones. Silva, Brais, Merino y Kubo tenían la obligación de participar más con la pelota si la Real no deseaba padecer los rigores de la potencia física del United.

Con 5 cambios en el once, el United procuró jugar su partido con una presión alta y agobiante sobre la salida de balón de una Real que jugó con personalidad y mucha osadía, que es lo que le había pedido su adiestrador en la anterior. Es cierto que no tenía ocasiones, que le faltaba llegar con efectivos a la portería de De Gea, mas verle en Old Trafford con más de un 50 por ciento de posesión ya hacía augurar que algo bueno podía pasar. Eso sí, eran los ‘red devil’ los que llevaban más riesgo sobre la portería de Remiro, si bien sin llegar a hacer sangre. La pudo hacer Cristiano Ronaldo con un remate de cabeza irrevocable tras un centro de Dalot, mas a Dios gracias estaba en fuera de juego. Hubiese alterado el dibujo del partido, mas la Real prosiguió viva, y así llegó al reposo, presta a dar el zarpazo a la vuelta de vestuarios.

Vio claro Imanol Alguacil que había que mudar de delantero. Es lo bueno de su banquillo ahora, que tiene opciones alternativas diferentes. Sadiq no comprendió completamente, pese a su trabajo, lo que precisaba la delantera realista, y decidió sacar a Sorloth. El noruego fijó considerablemente más a los centrales del Manchester United, y dejó a Kubo campar a sus anchas por la izquierda. Entre el noruego y el nipón desinflaron a un United que salió excitado a la segunda parte. Tras dos acciones refulgentes de Kubo, llegó la jugada del córner, nuevamente con el nipón como protagonista, dejando en franquicia a Silva, que provocaba el penalti por mano de Lisandro. El instituto italiano Di Hermoso no se lo pensó, y Brais Méndez hizo soñar a la afición de la Real. El gallego marcó un gol histórico, que va a ser recordado para toda la vida en Donostia. Y la Real defendió el gol tal y como si fuera el tesoro más grande del planeta. Con un trabajo protector increíble, sin permitir al Manchester meterse en el partido. Y ganó. Y probó que sabe ganar a los grandes y en escenarios grandes. Eso ya es un cuento que no se cree absolutamente nadie.

TiroAlpalo