Fútbol

El Real Madrid obsequió a los espectadores del Santiago Bernabéu una celebración de tantos ante Osasuna. Los protagonistas, el que se está transformando en "el de siempre y en todo momento": Jude Bellingham, con dos tantos para impulsar a un Madrid muy superior; Vinícius, que redondéo la celebración con el tercero y Joselu, que la cerró con el cuarto y erró el que podría haber sido la manita desde el punto de penalti.
La Real se vio superada de manera contundente por el FC Barelona, al que le bastó con ofrecer su frecuente nivel para dejar sin opción al conjunto entrenado por Natalia Riachuelo, que terminó cayendo por 3-0 tras encajar dos tantos de Graham Hansen y uno de Alexia Putellas. La visita al estadio Johan Cruyff es la misión imposible de cada temporada y este año no ha sido una salvedad. El conjunto de Jonatan Giráldez deseaba asegurar los 3 puntos en su fortín, donde jamás ha perdido, ante uno de los contrincantes a los que más le costó imponerse el pasado curso. Mas esta vez las blanquiazules ni tan siquiera hicieron padecer a las azulgranas.

Olga Carmona al rescate. Cuando el reloj cronómetro se agotaba, cuando la afición del R. Madrid desesperaba, cuando el atasco en el ataque blanco parecía imposible de descongestionarse... Apareció la sevillana para protagonizar una jugada increíble por la banda izquierda y dar un pase de gol perfecto a Bruun, que solo debió empujar el esférico a la red para anotar su tercer tanto sucesivo con su nueva flexible. Las de Toril sumaron su cuarta victoria en la Liga F gracias a un tanto en el 90′ a un Villarreal que luchó, corrió, se desfondó nadando y nadando para fallecer ahogado en la ribera.

Cinco horas ya antes, una riada de turismos salidos de la ratonera del centro de Nápoles ya se dirigía al estadio mientras que en las moles de los cruceros tomaban el sol. Quizás allá, mirando al mar, hubiesen agradecido la sesión de música electrónica que la estrella Joseph Capriati se soltó en los preliminares. A la gente del estadio le dio bastante igual. Solo les importó la megafonía cuando comenzó a sonar una canción sobre Maradona, el dios pagano de la urbe.