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El Deportivo Alavés aprovechó este domingo la resaca europea que le generó al Atlético de Madrid la supresión de la Liga de Campeones y le superó por 2-0 en un enorme partido protector, en el que apenas dio opciones a los colchoneros en la trigesimosegunda jornada de LaLiga EA Sports. Carlos Benavídez en el minuto 15 y Luis Rioja en el descuento, con una increíble volea, redondearon un enorme partido protector de los albiazules donde asimismo apareció Antonio Sivera con dos grandes paradas en la segunda parte.
Un Barça a medio gas y con la segunda unidad hizo que el Cádiz CF volviese a la cruda realidad (0-1). Esta vez la jornada se presentaba favorece tras los resultados de los contrincantes directos, mas ni por esas. Se procuró, sí, mas se probó que lo que hay no da para ganar a un Barça en versión light. Perder frente al equipo de Xavi entra en las quinielas, mas el margen de fallo ya es cada vez menor. Tan pequeño que prácticamente ni se deja un tropiezo en frente de un equipo como el Barça. Especialmente cuando Gerona y Real Madrid volverán a poner a prueba a los cadistas en las próximas semanas.

Un solitario tanto de Tchouameni, en un partido con muchas ocasiones en la segunda parte, decidió un duelo trampa para los de Ancelotti, que salen de Mallorca con 3 puntos y la Liga amarrada. Carletto rotó en la batalla del próximo miércoles en Champions y la apuesta le salió bien al italiano con un deslumbrante Modric, el mejor Tchouameni del año, si bien no va a estar en el Etihad por tarjetas, y un Brahim que desaprovechó hasta un par de ocasiones claras. A los de Aguirre no les llegó con el compromiso y la voluntad, si bien Lunin debió sacar un par de manos salvadoras.

Lucía el sol en el Metropolitano. Un día idóneo para jugar al futbol, un día idóneo para venir con la familia a gozar de un espectáculo deportivo. No obstante, ese buen tiempo, esas sonrisas, este espléndido sábado, ocultaba muchos riesgos que debía encarar el Atlético. Toda jornada intereuropea es difícil, el Girona es el peor contrincante posible y la hora del almuerzo no le acostumbra a agradar a los futbolistas, si bien entonces se rehiciesen.