Remontada del Atleti con un ojo en Dortmund (3-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

Lucía el sol en el Metropolitano. Un día idóneo para jugar al futbol, un día idóneo para venir con la familia a gozar de un espectáculo deportivo. No obstante, ese buen tiempo, esas sonrisas, este espléndido sábado, ocultaba muchos riesgos que debía encarar el Atlético. Toda jornada intereuropea es difícil, el Girona es el peor contrincante posible y la hora del almuerzo no le acostumbra a agradar a los futbolistas, si bien entonces se rehiciesen.

En estas ocasiones, para pasar el trago, se trata, generalmente, de hacer lo que sabes y sostenerte leal a tu identidad y, en el caso del Atlético, asimismo a tu fortaleza en casa. Mas la tarde ya comenzó extraña con un 4-4-2 con el que los rojiblancos jamás han arrancado este año. Encima, frente a lo que pudo ser el primer gol del Atlético si Correa hubiese dado una zancada más frente a una mala cesión a Gazzaniga, llegó el golpe de los catalanes.

Arrancó Savio con una diagonal sin que absolutamente nadie le agarrara o amenazara con entrarle, cedió a Herrera que vio a Couto más profundo y el brasileiro metió un pase que cruzó el área pequeña del Atlético hasta las botas de Dovbyk, que no excusó. Un buen mazazo del que, con 17 tantos, se terminaba de transformar en el nuevo pichichi con un gol más que Bellingham. El inglés lleva un par de meses sin marcar en Liga y sus últimos tantos, un doblete, fueron exactamente al Girona.

El gol desubicó aún más al Atlético tanto física como tácticamente y el Girona, en cambio, prosiguió medrando a lomos de Savio, una absoluta fuerza de la naturaleza muy difícil de contener sin hacerle falta. Simeone, agobiado en la banda, protestaba todo. Se ganó una tarjeta, mas asimismo decidió olvidar las probaturas y regresar a su tradicional 5-3-2.

El equipo se reconoció y comenzó a conjuntar mejor y a acercarse más al área gironí. Entonces, una falta lateral botada por Griezmann acabó en la mano de Miguel Gutiérrez tras un remate un tanto deficiente de Bello. Penalti que se ocupó de convertir el propio francés. Borrón y cuenta nueva.

El gol produjo el cambio sensible que precisaba el Atlético y mitigó bastante los ánimos del Girona, que ya no tenía tanta sencillez para conjuntar y terminar jugadas. El Cholo advirtió esa marea y decidió aprovechar la lesión de Saúl para sacar a Morata y tocar la corneta. Griezmann, al medio y el de España a acompañar a Correa en ataque. No le acostumbra a ir mal a los rojiblancos con el francés un poco más presente en la construcción del juego.

No obstante, fue Morata el que tuvo más impacto. El madrileño fue el encargado de remontar el partido ya antes del fin de la primera mitad en una acción que lo hizo todo bien. La salida a la contra, la descarga, la riña por el rechace y un centro medido a fin de que Correa solo tuviese que poner la cabeza. La inteligencia de Molina le abstuvo de intervenir en la jugada ya que estaba en claro fuera de juego. La fe de Simeone en el trabajo de Morata a pesar de su sequía goleadora se la devolvió el delantero sobradamente.

Deseó el Atlético devolverle el impacto al Girona de la primera mitad. Ese que se genera cuando no has terminado de salir del vestuario y ya debes recoger el balón de la red. Lo hizo Griezmann, tras un rechace de Solís cara su portería. Media vuelta y derechazo a a la escuadra que sorprendió a Gazzaniga. Nada como olisquear la sangre de un contrincante, que apenas ha jugado un partido en 14 días, para ir a por él.

No obstante, el tanto actuó el efecto opuesto en el Girona que el empate en el Atlético de Madrid en la primera mitad. Los catalanes se encorajinaron y volvieron a parecerse al equipo que, a lo largo de muchas jornadas, lideró la primera división. Tuvo Dovbyk un minuto después una ocasión muy clara para acortar distancias tras un centro chut de Yángel Herrera, mas el ucraniano, a medio metro de la portería de Oblak, no acertó a poner el pie.

Y de fallo clamoroso a fallo clamoroso. Esta vez no fue uno sino más bien dos. El primero lo protagonizó Molina con un tiro alto con Gazzaniga fuera de la portería tras una buena presión rojiblanca. El segundo fue Morata que tuvo dos disparos para poner el cuarto. Un defensa y el palo lo impidieron.

No se movería un marcador que asienta al Atlético en su deseada cuarta plaza y distancia al Girona del Barcelona por el segundo puesto. Los ojos de los rojiblancos, y de Simeone, vuelven a la Champions. El Dortmund espera el martes próximo y un empate metería a los colchone

TiroAlpalo