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El Real Madrid prosigue empeñado en competir la Liga hasta el final, y hoy ante Osasuna (0-2) probó que está comenzando a coger el ritmo competitivo. Vinicius dirigió las operaciones ofensivas si bien estuvo algo obsesionado en la definición, mas le dio claridad a los suyos cuando se les terminaban las opciones con un pase increíble a Valverde, MVP del partido.
El Real Betis ha logrado los 3 puntos en casa frente al Valladolid en un partido igualado, que, por último, se decantó en favor del conjunto verdiblanco merced a la calidad de sus futbolistas. El Betis ha salido intenso en los primeros minutos. Fue tanta la intensidad que mostraba que, en el minuto 2, una restauración de Guido provocó un contraataque de los béticos, donde Juanmi, a pase de Canales, batió por bajo a Masip en el uno contra uno para adelantar a los suyos. 1-0.
No hay equipo de Primera División donde la puntuación tenga tan poca correspondencia con su juego como el Celta. Recogen los vigueses mucho menos de lo que merecen si bien hoy salvasen en el descuento un punto más que justo tras un partido que la Real Sociedad dominaba desde el principio tras aprovechar un regalo de Beltrán e Iván Villar. Desde ese instante los vigueses se entregaron a un esmero por empatar, aun cuando en el último cuarto de hora el árbitro les dejó con diez por expulsión de Renato Tapia. Llovieron las ocasiones, los fallos ininteligibles como en un cabeza de Iago Aspas a puerta vacía que se fue al palo, hasta el momento en que en el descuento LeNormand introdujo en su portería un envío desde la derecha de Iago Aspas.

El Celta, como los salmones, siempre y en todo momento nada contracorriente. Sus partidos son fenómenos paranormales que cuesta descifrar. Su irrupción en el Reale Arena describe a un equipo que confía en lo que hace y que atraviesa un buen instante. Pisó el campo con personalidad, puso coto a la portería de Remiro y no obstante marcó la Real en el minuto 4. Un fallo de Beltrán en la pérdida y un fallo de Iván al tapar mal el primer palo terminó en el gol de Oyarzabal que hizo más cuesta arriba el partido para los vigueses.

Desde ahí el partido fue un monólogo de un Celta que se cuidó para no percibir el segundo gol mas que no dejó de ver cara la portería de Remiro. En especial activos Carles Pérez y Gallardo por los costados, los de Carvalhal produjeron continuas llegadas de riesgo en las que solo faltaba atinar con el pase o disparo final. Todo lo demás parecía tenerlo controlado.

No imaginaba el Celta que el partido aún se pondría peor a falta de una cuarta parte de hora cuando el árbitro expulsó a Tapia de forma bastante difícil de comprender. Vio una amarilla por una plancha y inmediatamente le mostró la segunda por alguna observación. Con uno menos la Real tuvo un par de ocasiones para liquidar el partido, mas Villar cumplió en ese instante. Y en el último suspiro el Celta se tiró con uno menos en busca del empate. A la agobiada, mas sin parar de hacer las cosas bien. La tuvo Carles Pérez, la tuvo Aspas en un disparo espectacular desde el medio del campo y asimismo Oscar Rodríguez. Cuando daba la sensación de que todo iba a concluir así, la insistencia del Celta tuvo su premio. Una llegada de Aspas terminó con un desvío de LeNormand cara su portería.

No es el descenso matemático por el hecho de que aún quedan 16 jornadas por delante y 48 puntos en juego, mas sí que es virtual. El gol de Sergi Darder, en el minuto 92, que dio el triunfo al Espanyol, significa un golpe mortal para el conjunto ilicitano, que despilfarró las recónditas posibilidades de permanencia que aún tenía.