Fútbol

Bienvenidos al nacimiento de un nuevo héroe del futbol. Planeta, hete aquí Dominik Livakovic, modesto meta del Dinamo de Zagreb en su día a día, monstruoso gigante en Qatar, como un Clark Kent del Mundial. Más poderoso que Alemania, más fuerte que España, un solo hombre para frenar la mayor epopeya que ha sabido dibujar esta edición de la Copa del Mundo.
Francia se deshizo de Polonia para meterse en cuartos merced a una exhibición de Mbappé, que marcó un doblete y dio la asistencia de primer tanto a Giroud. Un tanto del ariete del Milan que sirvió para abrir la lata y transformarle, con 52 tantos, en el máximo goleador histórico de la selección 'bleu', superando a Thierry Henry. Kylian ya lleva exactamente los mismos tantos que Messi en un Mundial (9) y semeja que no tiene techo. Su potencia es un valor seguro para Deschamps y los suyos, una carta ganadora.
Leo Messi iza la bandera de la dicha de Argentina como lo lleva haciendo ya mil partidos, con un disparo suavecito con el interior de su bota izquierda cuyo destino implacable en el rincón inferior de la portería del contrincante. Y con ese disparo arqueado, en perfecta parábola, el estadio Ahmad bin Ali muta en La Bombonera, en El Monumental, como todos aquellos campos qataríes por los que pasa, y después conquista, la marea albiceleste por este Mundial que, por el momento solo en lo pasional, ya es más suyo que de absolutamente nadie.