Copa del Rey

Shakira sonaba en los altífonos y en las gradas relucían las linternas de los móviles para dar la bienvenida a los caballa. Día grande. Pasase lo que pasase. Lo que pasó fue lo previsto: victoria plácida, muy plácida, del equipo de Xavi, que ya espera contrincante en cuartos tras golear prácticamente sin despeinarse a un Ceuta al que la ilusión le duró cuarenta minutos.

El Betis, actual vencedor de la Copa del Rey, se rencontró con el campeonato tras estar exento en las primeras eliminatorias y se clasificó a los octavos al superar a un Segunda RFEF como el Ibiza Islas Pitiusas por 1-4, si bien el conjunto hispalense se fue al reposo con un 1-0 desfavorable. En la segunda parte, el Betis reaccionó y dio la vuelta al marcador con suficiencia.

El José Rico Pérez fue testigo, estruendoso y apasionado, del que seguramente sea el mejor partido de la Historia de la Copa del Rey. Por tantos, ritmo, intensidad y dramatismo. La lucha entre el débil y el poderoso, en la que el club de historia de leyenda estuvo a puntito de capitular frente a un equipo que ocupa puestos de descenso en su conjunto de Primera RFEF.