El Granada se cae de la Copa ante el Oviedo de Cervera (1-0) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

El Oviedo de Cervera no comprende de competiciones. Lo propio es siempre y en toda circunstancia lo mismo: vestirse de azul y competir. Sea donde sea, contra el contrincante que mande el calendario. El equipo va camino de hacer del sufrimiento virtud y del precipicio su camino frecuente. Gana con lo mínimo, superado en ocasiones, estresado aun. Mas gana. Bendita rutina. En la Copa lo hizo luciendo su agranda eficiencia y sostenido por un enorme Tomeu Nadal.

Cervera optó por renovar su once con ciertas piernas frescas mientras que insistía en su idea de equipo indigesto para los contrincantes. Esta vez optó por incordiar arriba a un Granada que pareció algo sorprendido con la propuesta azul. Con Koba y Borja compartiendo once, parecía una buena opción eso de buscar hurtar cerca del área contrincante.

La escenificación fue contundente. Y, además de esto, el Oviedo dio en la primera que tuvo. No precisa de mucho este equipo para pegar zarpazos. Eso, en Segunda, es un tesoro. Lo probó a los 8 minutos. Centró Koba desde el rincón y remató imperial Luengo. El 1-0 fortaleció a los de Cervera.

Procuró espabilar el Granada, plantilla extensa y posibilidad de tirar de rotaciones sin perder talento. Controló bien el Oviedo, sostenido el gigante Molina y cortada la segunda línea por los infatigables Jimmy y Mángel. Solo aceleró el Granada cuando halló al invisible Soro entre líneas. De él brotó la opción mejor visitante. Lanzó en profundidad a Bryan que coleccionó un recorte académico y una pifia de remate en apenas un metro. Sin daños para el Oviedo.

Dominaba el Granada mas el Oviedo se reservó el mayor susto ya antes del reposo. Viti birló, Viti corrió, Viti regateó y Viti falló frente al meta en la definición. Un manual acelerado de las virtudes y defectos del veloz extremo.

Al reposo, de las mejores noticias fue revisar que Koba, si bien sea una versión menor, sin apenas ritmo y a falta de aprenderse las coordenadas mandadas por Cervera, puede ser un jugador diferente para la segunda vuelta. Se intuye en todos y cada control, se percibe en todos y cada giro, se prueba en todos y cada conducción. Hay futbolista. De Cervera depende que asimismo se transforme en soldado de la causa azul.

Tras el intermedio apretó el Granada, que metió en competición a Rochina y Callejón. Tomeu coleccionó más planos en 10 minutos que en toda la primera mitad. Primero palmeó un remate de Soro y después repelió con los pies el intento de Callejón. Como el partido se inclinaba cara la meta azul, Cervera tiró de bombona de oxígeno: entraron Flores y Cardero.

Pese al doble cambio, prosiguió percutiendo el Granada. Volvió a aparecer Nadal con una mano firme para negarle el gol a Molina. Los cambios consiguieron oxigenar la telaraña de Cervera si bien no solucionaron el claro dominio andaluz. Tocaba padecer. Una película que el equipo ya había visto en muchas ocasiones.

El ímpetu del Granada le llegó hasta el 85, cuando Rubio sujetó a Obeng cuando enfilaba el camino cara el área visitante. El agremiado castigó la acción con roja. Ahí ya supo el Oviedo que ese partido no se le escapaba, pese a la última opción de Víctor Díaz. Abonado al 1-0, el Tartiere siempre y en toda circunstancia sabe lo que va a encontrarse, Ese sufrimiento agradable que acostumbra a terminar con victoria. La rutina de la Liga tiene continuidad en la Copa.

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