Brasil arranca en grande en el Mundial de Qatar 2022. El equipo de Tite deja su sello con dos tantos de Richarlison y con un enorme juego ofensivo que desaparejó absolutamente a su contrincante. El ourensano Vanja Milinkovic-Savic fue el responsable que el 2-0 final no fuese considerablemente mayor, mas no pudo frenar ni las continuas oleadas sudamericanos ni al delantero del Tottenham, que firmó el que hasta el momento es el mejor gol del campeonato.

De entrada, Tite por último se decantó por los aguardados y tanto Paquetá en el centro del campo como Vinicius en el costado izquierdo aceptaron la responsabilidad en el debut de la 'canarinha' en Qatar 2022.

La apuesta, viendo de qué forma se posicionaban unos y otros de entrada, era clara, localizar espacios y aprovecharlos. Serbia le disputó el balón a Brasil en los primeros momentos, mas pronto se dio cuenta que era prácticamente más peligroso agredir con los sudamericanos replegados que aguardarlos. Bastaron dos contras que, si bien no llegaron a buen puerto, probaron el riesgo que Vinicius, Raphinha y Neymar podían llevar con espacios.

El partido cambió desde el minuto 20. Serbia se replegó y le dio el balón a su contrincante. A esas alturas Brasil ya había contado con la que sería su mejor ocasión en el primer acto, si bien en una jugada a balón parado. Neymar sacó un córner e procuró la insensatez, un gol olímpico, si bien se halló con un Vanja sobresaliente que lo supo anular.

Con Serbia más cerrada y sin dejar huecos, Brasil comenzó a procurarlo de todas y cada una maneras. Primero, con disparos lejanos de Neymar y Casemiro; entonces, con un bombardeo progresivo sobre el área que los espigados defensas balcánicos supieron contener y por último, con pases entre líneas que, en el último cuarto de hora, sí crearon serio riesgo.

Thiago Silva conectó con Vinicius, mas cuando el jugador del R. Madrid se disponía a disparar, Vanja llegó un segundo ya antes para quitarle la pelota. Sí la tendría en el 37' Raphinha, solo en el área, mas lo vio tan simple que se precipitó y terminó golpeando al centro y floja y no tuvo inconvenientes el meta serbio para detenerla. La última de Brasil ya antes del reposo llegó con un fallo de Milenkovic, que supo corregir cuando Vinicius, otra vez, se disponía a enfrentar a Vanja...

Así se llegó al reposo. Brasil no había tenido las ocasiones que aguardaba, mas sí las mejores y había obligado a su contrincante a correr mucho, algo que aguardaban les pasara factura en la segunda mitad. Los de Stojkovic tan solo aparecieron en centros colgados al área que no hallaron a Mitrovic.

Brasil salió decidida de vestuarios a solucionar el partido lo antes posible y en los primeros diez minutos ya había amontonado más llegadas que en toda la primera mitad.

La primera y más clara cuando tan solo se llevaban segundos. Fue tras una pérdida de Gudelj que aprovechó Raphinha para ponerse de frente con un Vanja que le consiguió sacar la pelota.

La otra más clara llegó en el 55' tras un centro de Vinicius al punto de penalti, en el que halló solo a Neymar, quien disparó muy arriba. Y, entre medias, otras 3 llegadas.

Stojkovic trató de frenar esta inercia con un doble cambio, mas con lo que se halló en dos minutos, los que van del 60 al 62, fue con un tiro al palo de Alex Sandro y con el gol de Richarlison. El delantero del Tottenham conseguía abrir el cerrojo tras aprovechar, con un remate a placer y a puerta vacía, la enésima parada de Vanja. Stojkovic dio otro paso más y sacó su artillería, mas terminó desestabilizando a su equipo y, a lo largo de veinte minutos, estuvo a la merced de su contrincante.

En este tiempo, Serbia solo creo una ocasión clara, mas fue nuevamente a balón parado. Y se halló con una serie de oleadas Brasileñas, con espacios, que eran continuas y peligrosísimas. Pudieron llegar hasta 3 tantos, solo lo hizo uno, mas vaya gol. Fue nuevamente Richarlison, quien paró un centro de Vinicius, se puso el balón arriba y, de media chilena, la clavó en la red Serbia.

Aún quedaban veinte minutos, mas nada hacía augurar que algo pudiese mudar. Y parecía más cerca el tercero que el gol de que pudiese dar más emoción al encuentro. Con todo medio decidido, Tite movió el banco, dio reposo al héroe, a Neymar, a Vinicius... y dejó comenzar a los jóvenes Rodrygo Goes y Martinelli. Y aun así pudo acrecentar su cuenta si la escuadra no hubiese rechazado un disparo de Casemiro y Vanja no hubiese aparecido nuevamente para despejar un tiro de Fred.

Gran imagen la que Brasil deja frente a un Serbia que es considerablemente más equipo que lo que probó esta vez, si bien fue por los méritos de su contrincante y no tanto por carencia de actitud propia.