Colombia dio otro paso esencial con rumbo al sueño de regresar a una Copa del Planeta. Tras múltiples años difíciles, el equipo pareciese haber encontrado otra vez el rumbo futbolístico. Y en la última doble data de Eliminatorias ya antes de la Copa América 2024, consiguió un triunfazo en frente de Paraguay como visitante, prosigue invicto y da riña bien arriba.

El conjunto cafetero toca para un lado, toca para el otro. Suma pases, crea sociedades y avanza en el campo de juego con ciertas comodidades. Alén de jugar en el Defensores del Chaco, el equipo jamás especuló con el marcador, se hizo dueño de la pelota y fue meridianamente superior en el primer tiempo.

Las diferencias de los dos en la tabla se percibe en la cancha. La superioridad es concida, vincular esta Colombia con la que supo dirigir José Pékerman es natural. Por el hecho de que Néstor Lorenzo, quien fuera el asistente de campo de JP a lo largo de su estancia al frente de la selección, volvió a las bases y le empapó confianza a jugadores que no la tenían.

Desde ahí se explica que esté peleando en la una parte de arriba. Desde ahí se explica la ilusión de volver a un Mundial. Desde ahí se explica la sencillez para abrir el marcador a través del gol de penal de Rafael Beatos Borré tras una enorme jugada colectiva. Y hasta contó con múltiples chances de estirar la diferencia, ya que el ex River se perdió un codo con codo y James Rodríguez tuvo un remate en el larguero.

En el complemento, la visita no contó con tanto dominio y, con el correr de los minutos, comenzó a recular en terreno a fin de que Paraguay intentara ir por la igualdad. Tuvo ciertas situaciones, mas la carencia de eficiencia en los últimos metros lo complicó y, así, continúa en puestos de repechaje.