Brasil se hunde tras el "Maracanazo" de Argentina (0-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

La campeona del planeta firmó otro 'Maracanazo' (0-1) en un superclásico de clasificación para el Mundial 2026 que estuvo a puntito de ser anulado. Antes que rodase el balón hubo una batalla campal iniciada a lo largo de la ejecución del himno argentino en uno de los fondos de Maracaná entre llenes de los dos países, que incomprensiblemente no estaban físicamente separados, y con la Policía Militar de Río (una de las más violentas y mortales del planeta) empleándose a fondo con material antidisturbio.

Los futbolistas argentinos, ciertos cuales tenían familiares en aquel campo del coliseo carioca, se desplazaron en peso cara aquella zona. Ciertos, como Dibu Martínez, reprendieron a las fuerzas de seguridad. Era imposible jugar así. Y Leo Messi, ejercitando de líder supremo y de capitán, ordenó a los suyos que se retiraran cara el vestuario.

A lo largo de ciertos (inacabables) minutos sobrevoló la posibilidad de suspender el encuentro. Argentina solicitó 15 minutos a fin de que los ánimos, completamente exaltados, se calmasen.

Cuando la campeona del planeta retornó sobre el terreno de juego, con la policía habiendo un cordón de seguridad apartando las hinchadas en la grada problemática, hubo una de las imágenes de la noche. Messi, y su escudero De Paul, tuvieron una charla muy áspera con el madridista Rodrygo en la que brincaron chispas. El tiempo estaba muy enrarecido.

Media hora tras lo previsto, habiendo regalado al planeta imágenes vergonzosas que recuerdan cuanto aún le queda para evolucionar al futbol de Sudamérica en la parte organizativa, el balón rodó.

Entonces, en vez de uno de los tradicionales de elijas con más solera del planeta, comenzó otra batalla. Los dos equipos salieron demasiado revolucionados. Los brasileiros pasados de vuelta, con Raphinha y Gabriel Jesus, reprendidos ya antes del primer cuarto de hora por sendos manotazos a De Paul. El primer tercio del primer tiempo fue una guerra de guerrillas, un intercambio textual de golpes, patadas y trompadas.

El choque, no obstante, evolucionó y fue cogiendo forma de partido de futbol. Argentina, que contaba con 4 centrocampistas naturales por dos solo de Brasil, tomó el balón e procuró dormir el tradicional. Y, en parte, le salió bien, por el hecho de que fue ineficaz arriba y no intranquilizó a Alisson. La Seleçao, imbuida por la electricidad que desprende y predica su técnico, Fernando Diniz, tuvo dos ocasiones clarísimas para ponerse por delante: un libre directo de Raphinha que la barrera rechazó a córner, y un lanzamiento de Bruno Guimares (de los mejores de Brasil) que Cuti Romero sacó de la línea de gol con Dibu Martínez vendido.

Brasil se lo creyó y, coincidiendo con el comienzo del segundo tiempo, firmó una cuarta parte de hora de mucho mérito, en la que Raphinha y Gabriel Jesus tuvieron en sus pies el 1-0. Argentina sacó un golpe de genio. En la salida de un córner, Otamendi, de cabeza, superó el desajuste en la marca de André y Gabriel Magalhaes. Con Diniz, 6 de los 7 tantos encajados han sido por arriba. Allá se acabó todo.

Los de Scaloni, tirando de oficio, controlaron realmente bien la recta final del superclásico. Brasil se empequeñeció y terminó siendo siseado por su 'torcida'. Acaba la jornada en una sonrojante sexta situación, tras haber perdido los 3 últimos encuentros: en Montevideo, en Barranquilla contra Colombia y ahora frente a una Argentina, que se reafirma en la primera situación de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial 2026.

TiroAlpalo