El Valencia suma los tres puntos gracias a un penalti (1-0) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

No hace falta ser un corrido tampoco un 'panenkita' para percibir que a este Valencia de Baraja le hace falta tanto. De apariencia apremiante encima. Juega correctamenteno obstante no hay usanza de que entre la canica. Defensivamente, luego hay bordillo de enmienda, está mucho mejor que la pasada etapa. La concurrencia de Diakhaby en el entorno aporta solidez y eso se aclaración.

Pero es que este personal tiene una delgadez evidente: la pólvora. Sergi Canós, Selim Amallah, Rafa Mir o el que sea. Pero que vengan ahora. Porque Baraja los necesita para rendir partidos. Y para ganar, hay que enterrar tantos. Anoche el Var echó un estrinque haciendo rectitud por un penalti que no se había abucheado inicialmente. Pero el informe que la seducción transmite es Claro:corona, identificación punto.

Menos de dos semanas para el vallado de mercado y todo sigue igual. Mientras, Baraja costal oro negro de adonde no lo hay y lleva seis de seis. Un arranque radiante. De derecho. No hay que venirse en lo altoaún. No es como se empieza, sino como se acaba. También deslumbró Gattuso en los delanteros partidos y acabó como acabó. Pero poseer dos reputaciones inmediatamente en el receptáculo alivia y mucho.

La popularidad por la mínima ante Las Palmas te deja un pasito más cerca del objetivo, sea el que sea, que lo tiene que aclarar el club y no el monitor, como dijo el permitido Baraja en neumática de calandria durante la previa. En cuanto al lote se refiere, el Valencia buscaba aparecer continuidad a lo visto en el Pizjuán en la primera excursión. Intensidad, obstrucción, ritmo, voluntariedad en el tesón y hospedaje.

Porque a falta de fichajes y bodoques que suban el nivel de la plantilla, esto es a lo que debe retozar el conjunto con las habitaciones que dispone. Es la mejor guisa de diluir las características de los futbolistas, cuyo mejor trazo es su frescura. El jugueteo de Baraja es el que es.

No comete errores, se centra en actuar acertadamente lo que debe hacer efecto y en no chocar en la celada del rival. Las Palmas, en este incidente, es un grupo que gusta divertirse con la posesión. García Pimienta al remate y al mango se ha sustentado en el Barcelona y es de academia Cryuffista.

Todo lo contrario que el Pipo, que intentó maravillar con boletos largos a la cruz de la alabanza amarilla intentando obtener los desmarques de 'los chavales', en otras palabras, Fran Pérez y Diego López. Tendrán más estatura o exceptono obstante una cosa está clara: tienen aceleración. Baraja quiere exprimirla.

Ya en el minuto seis Paulista se inventó un boleto al hueco apacible que atravesó varias líneas y de no ser por la alada salida del protector Valles, hubiese desamparado solo a Hugo Duro. Precisamente el guardameta turista fue central para eliminar que Diego López abriese la molestia con un resonante escopetazo que pudo brotar posteriormente de que Gayà despejase un balón que terminó convirtiéndose en un salvoconducto.

Con la entrada del ahora ancestral minuto 19, Mestalla firme —excepto la Grada de Animación, que sigue cerrada por la sanción— cantó al unánime el «peter vete ya». Dos minutos luego el adyacente Sinkgraven se lesionó muscularmente y aprovechando el gozne parado, se reanudaron las exigencias ante el máximo capitalista. Antes del asueto tuvo una gran barata Thierry, que robó, combinó con Hugo Duro —que se la dejó de cara— y tras achamparse frente al cancerbero, su fogonazo centrado con la siniestra, su pantorrilla aparte dominante, fue al fantoche. Una dolora. Otra ocasión, la falta de oportunidad.

Tras la reanudación, diez minutos tardó el Pipo en accionar el banco al distinguir que los suyos no salían con la misma altura que en la primera porción. Almeida sorprendentemente dejó su corte para que entrase Javi Guerra. No tardó en trabajar poco destacable el canterano, que condujo una contra refulgente, filtrando un pasaporte a Diego López, que picó el balón arriba del conserje aunque sin brillo entre los botalones.

Cuando el partido parecía destinado al 0-0, llegó la batalla lid. Tras un emporio de rabona de Thierry —sí, han leído bien—, el balón tocó en la preparación de Kirian. No se pitó, empero el Var revisó y el árbitro señaló penalti. Sorprendió la opción de Pepelu como arrojador. Pero no falló. Fuerte y al meollo. Valles eligió un costado y no acertó.

El Valencia, que no había sido eficiente de germinar contratiempo, encontraba desde los once patrones el punto que había sido incapaz de incubar. Desde el tanto inclusive el pitido final, poco más. Mucho empleo y contundencia defensiva para atar un redundado que sabe a caudal. Las Palmas fue incapaz, a rareza de un deslizamiento de falta lejana, de gestar poco de jaque. Los chicos del Pipo se echaron antes y la satisfacción de Mestalla hizo el remanente.

El estallido de gozo final reflexiva lo que es este Valencia: un muestrario con genio y mucha uña, con un estilo pendenciero que provocación por todo, empero que a la postre, necesita una capulina hacia lo alto para permiso desatascar los partidos en los que es dominador. Falta acierto.

Es cuestión de momento de que llegue algún bodoque, que hará que este grupo sea eficaz de desafiar de tú a tú con cualquiera. A partir de allá, los resultados definirán los objetivos de la fase. Sergi Canós debe estar al tropezar. Será oficial en los emboscados vencimientos. Pero deben asistir más prestigios. Baraja se lo ha acaparado y se los merece. El Valencia, con fichajes, competirá.

TiroAlpalo