Charló el Sevilla con acento argentino este domingo en el Sánchez-Pizjuán, donde los de Nervión se impusieron al Almería con tantos de de Ocampos, de penalti, y Lamela para poner de tierra por el medio con la zona de descenso y coger, de paso, algo de aire, que asimismo toma Sampaoli tras la última victoria en la Europa League contra el Fenerbahçe y la de hoy en LaLiga.
Ya antes del duelo, una parte de la afición del Sevilla protestó por el 'Caso Negreira' lanzando al campo billetes falsos con los semblantes impresos de Joan Laporta, Luis Rubiales y Enríquez Negreira. Asimismo se cantó "corrupción en la Federación". Hasta el momento en que Akieme terminó con la celebración a los dos minutos de juego avanzando al Almería en el marcador tras un centro de Pozo desde la derecha.
Otra vez le tocaba a los hispalenses bogar contracorriente, mas esta vez no se achicaron y lograron meter al Almería en su área para conseguir el empate al borde del reposo desde el punto de penalti. Pozo derruyó a Telles en el área y Ocampos no disculpó desde los once metros.
Ya antes, Bono se había visto obligado a desamparar el terreno de juego en camilla por un golpe en el costado. Salió con un collarín puesto, mas según lo que parece fue por puro protocolo. Después fue trasladado al centro de salud para someterse a pruebas médicas, y el club notificó de que el portero marroquí está bien.
Si la primera parte fue accidentada por las lesiones -por el Almería habían caído asimismo Akieme y Touré-, la segunda fue genuino disfrute. El partido se rompió, cogió un ritmo mareante y ahí merecieron más los indálicos, que desaprovecharon un codo con codo de Luis Suárez con Dmitrovic y un remate de Centelles que sacó Badé sobre la raya de gol.
Del posible 1-2 se pasó al 2-1 en un periquete. Bryan Gil fue Bryan Gil por vez primera en bastante tiempo y obsequió a Lamela un centro fantástico desde el lado izquierdo que el argentino transformó en gol con un testarazo irrevocable. Explotó entonces el Pizjuán, que padeció hasta el final mas terminó contento con su equipo en LaLiga tras un buen tiempo.
Otra vez le tocaba a los hispalenses bogar contracorriente, mas esta vez no se achicaron y lograron meter al Almería en su área para conseguir el empate al borde del reposo desde el punto de penalti. Pozo derruyó a Telles en el área y Ocampos no disculpó desde los once metros.
Ya antes, Bono se había visto obligado a desamparar el terreno de juego en camilla por un golpe en el costado. Salió con un collarín puesto, mas según lo que parece fue por puro protocolo. Después fue trasladado al centro de salud para someterse a pruebas médicas, y el club notificó de que el portero marroquí está bien.
Si la primera parte fue accidentada por las lesiones -por el Almería habían caído asimismo Akieme y Touré-, la segunda fue genuino disfrute. El partido se rompió, cogió un ritmo mareante y ahí merecieron más los indálicos, que desaprovecharon un codo con codo de Luis Suárez con Dmitrovic y un remate de Centelles que sacó Badé sobre la raya de gol.
Del posible 1-2 se pasó al 2-1 en un periquete. Bryan Gil fue Bryan Gil por vez primera en bastante tiempo y obsequió a Lamela un centro fantástico desde el lado izquierdo que el argentino transformó en gol con un testarazo irrevocable. Explotó entonces el Pizjuán, que padeció hasta el final mas terminó contento con su equipo en LaLiga tras un buen tiempo.