En la anterior, Carlo Ancelotti afirmó, como en la tómbola, que en el centro del campo tenía de todo: “Energía, calidad, inteligencia, posicionamiento…”, contó el italiano, que al final del mercado padeció la inquietante pérdida de Casemiro. En Cornellà, hace una semana, al Espanyol le ganó (1-4) soltando los caballos de Camavinga y Rodrygo. Este sábado, con el sol cayendo a plomo en la sopera del Bernabéu, recurrió a falta de una hora a Valverde (suplente por vez primera este curso) y dos minutos tardó el uruguayo en hilvanar con Rodrygo el 2-1.
El técnico siente que aún le quedan por ajustar tornillos en el caparazón protector de la medular tras la marcha del brasileiro -a pesar de la buena presentación de Tchouameni-, mas en labores ofensivas no le faltan dados que lanzar desde esa línea. Al final, los 6 medios que tenía a su predisposición, los 6 salieron a escena (en la segunda mitad aparecieron Kroos, Valverde y Ceballos). Tengo de todo, que afirmaría en público Carletto, que viene de tocar cima con el menú innegociable de su “Triángulo de las Bermudas” (Casemiro, Kroos y Modric). Desde ahí interviene, sobre todo, para procurar mudar los partidos. Desde ahí, y con Rodrygo ya en órbita y diplomado.
Con el partido inclinado cara el fondo sur, la portería de Rui Silva, el Madrid cosió la jugada definitiva: conectó con el recién ingresado Valverde y Rodrygo apuntilló a un Betis de más a menos. Un emboque que dio sitio a la reivindicación del brasileiro y los piropos de Carletto. “Sé que tengo todo para ser titular”, aseguró el jugador, que la semana pasada partió desde el banquillo y dio la asistencia del gol clave de Benzema en Cornellà. “Su aprendizaje ha terminado. Es un jugador del Real Madrid a todos y cada uno de los efectos”, sentenció su jefe, que ya afirmó hace unas semanas que este curso tendría un papel más que de microondas. “Es un delantero singular, puede jugar en todas y cada una de las situaciones. Es veloz e inteligente sin balón, y eficiente en el uno contra uno”, agregó en el halago, expresión del sentir general de la casa con el chico.
Ancelotti, normalmente, se fue contento –“tuvimos contrariedades en la restauración, mas con el balón estuvimos bien, verticales”, analizó”–; no obstante, no escurrió el bulto frente a la única queja que se le puede poner al líder: ha encajado en los 4 triunfos en Liga. “Hay que tener esto en cuenta. El gol de hoy [por este sábado] fue un fallo bastante grave. Nos cogieron poco atentos en un saque de banda”, comentó sin inconvenientes. Los verdiblancos hallaron simple a Borja Iglesias sobre la línea de fondo y este asistió a Canales frente a un Madrid en modo contemplativo.
Desde ahí, los blancos fueron medrando, siempre y en todo momento con el percutidor y fino goleador Vinicius –quién lo hubiese dicho–, hasta el momento en que amaestraron a un Betis de buena planta, mas menguante debido a la rápida retirada por lesión de Fekir, conforme el análisis de Manuel Pellegrini, que no deseó ampararse en un posible penalti en el área blanca. Mientras que, Ancelotti prosiguió cargando el medio con todo el repertorio y acabó hallando la solución.
El calendario empuja a rotaciones, el adiestrador de Reggiolo mueve el cubo –salvo a Benzema (el único de campo que ha disputado todos y cada uno de los minutos)–, afirma que no le cuesta nada persuadir a Kroos y Modric de que descansen –”gestionarlos es la cosa más fácil de mi carrera”, pontificó–, mas en esa rueda que esta temporada vira más que la pasada, hay dos nombres que no consiguen salir del cuarto trastero, Asensio y Hazard.
¿Les costará tener participación?, le preguntaron a Ancelotti. Apenas 7 minutos lleva el tirotear y 39 el belga. Balbució, se hizo el silencio en la sala de prensa y al hombre le costó arrancarse hasta dar con una respuesta: “Es bastante difícil contestar. Sé que puedo contar con ellos. Cada partido tiene su historia. Los cambios los hice para meter energía en el centro del campo”, explicó. Mismo objetivo que hace una semana contra el Espanyol, una receta en la que los dos por el momento no entran. El martes, en el estreno de Champions en Glasgow contra el Celtic, al Madrid le espera el compromiso “más complicado” hasta el momento, anunció Carletto, un escenario que no semeja conveniente para estos dos jugadores.
Con el partido inclinado cara el fondo sur, la portería de Rui Silva, el Madrid cosió la jugada definitiva: conectó con el recién ingresado Valverde y Rodrygo apuntilló a un Betis de más a menos. Un emboque que dio sitio a la reivindicación del brasileiro y los piropos de Carletto. “Sé que tengo todo para ser titular”, aseguró el jugador, que la semana pasada partió desde el banquillo y dio la asistencia del gol clave de Benzema en Cornellà. “Su aprendizaje ha terminado. Es un jugador del Real Madrid a todos y cada uno de los efectos”, sentenció su jefe, que ya afirmó hace unas semanas que este curso tendría un papel más que de microondas. “Es un delantero singular, puede jugar en todas y cada una de las situaciones. Es veloz e inteligente sin balón, y eficiente en el uno contra uno”, agregó en el halago, expresión del sentir general de la casa con el chico.
Ancelotti, normalmente, se fue contento –“tuvimos contrariedades en la restauración, mas con el balón estuvimos bien, verticales”, analizó”–; no obstante, no escurrió el bulto frente a la única queja que se le puede poner al líder: ha encajado en los 4 triunfos en Liga. “Hay que tener esto en cuenta. El gol de hoy [por este sábado] fue un fallo bastante grave. Nos cogieron poco atentos en un saque de banda”, comentó sin inconvenientes. Los verdiblancos hallaron simple a Borja Iglesias sobre la línea de fondo y este asistió a Canales frente a un Madrid en modo contemplativo.
Desde ahí, los blancos fueron medrando, siempre y en todo momento con el percutidor y fino goleador Vinicius –quién lo hubiese dicho–, hasta el momento en que amaestraron a un Betis de buena planta, mas menguante debido a la rápida retirada por lesión de Fekir, conforme el análisis de Manuel Pellegrini, que no deseó ampararse en un posible penalti en el área blanca. Mientras que, Ancelotti prosiguió cargando el medio con todo el repertorio y acabó hallando la solución.
El calendario empuja a rotaciones, el adiestrador de Reggiolo mueve el cubo –salvo a Benzema (el único de campo que ha disputado todos y cada uno de los minutos)–, afirma que no le cuesta nada persuadir a Kroos y Modric de que descansen –”gestionarlos es la cosa más fácil de mi carrera”, pontificó–, mas en esa rueda que esta temporada vira más que la pasada, hay dos nombres que no consiguen salir del cuarto trastero, Asensio y Hazard.
¿Les costará tener participación?, le preguntaron a Ancelotti. Apenas 7 minutos lleva el tirotear y 39 el belga. Balbució, se hizo el silencio en la sala de prensa y al hombre le costó arrancarse hasta dar con una respuesta: “Es bastante difícil contestar. Sé que puedo contar con ellos. Cada partido tiene su historia. Los cambios los hice para meter energía en el centro del campo”, explicó. Mismo objetivo que hace una semana contra el Espanyol, una receta en la que los dos por el momento no entran. El martes, en el estreno de Champions en Glasgow contra el Celtic, al Madrid le espera el compromiso “más complicado” hasta el momento, anunció Carletto, un escenario que no semeja conveniente para estos dos jugadores.