El Madrid consigue los tres puntos, con cierto sufrimiento ante el Cádiz (2-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

El Santiago Bernabéu, en la jornada 14 y frente al Cádiz, recibió al equipo con una enorme pancarta con el mensaje "lucha hasta el final". Y semeja que se lo tomaron de verdad los dos equipos por el hecho de que el primer tiempo fue una oda a la cartulina amarilla. Cada falta, prácticamente, la merecía. Los blancos sumaron los 3 puntos y ponen punto final a la agonía de las últimas semanas anteriores al Mundial. Se van a Qatar pidiendo la hora, mas con una victoria que deja frenar la sangría en LaLiga.
Vinicius, siempre y en toda circunstancia presente, cuando no se había jugado ni un minuto, recibió la 'caricia' de Alejo, que comenzó a marcar territorio. El Cádiz salió con exactamente la misma receta, cuando menos en lo que se refiere a intensidad, que el Rayo Vallecano. Asimismo Kroos padeció el ímpetu de Alejo en el centro del campo. La meta era evidente: eludir que los de Ancelotti se sintiesen cómodos y que el balón rodase entre los blancos con continuidad. La verdad es que supieron emplear el nerviosismo latente en el entorno Madridista en contra suya. Al conjunto local le costaba mucho centrarse en el juego y estaba más pendiente de los bolsillos del árbitro, pidiendo amarillas para cualquiera falta que imponer su mayor calidad. En verdad, el primer disparo con riesgo (el balón rozó el travesaño) fue del Pacha Espino desde fuera del área.

La excitación de los futbolistas del Real Madrid era tan evidente que caían una y otra vez en la trampa 'callejera' del Cádiz. Vio la amarilla Militao por recortar una contra, la vio asimismo Vinicius por irse a la guerra para proteger a Rodrygo, que fue agredido por Fali, que debió ver la roja. Se jugó otra cartulina Lucas Vázquez con un codazo cara atrás y no se la excusó Soto Grande a Alaba cortando otra contra del Choco Joven. El Madrid precisaba hundir la cabeza en un cubo lleno de cubitos de hielo para calmarse. Y lo halló en forma de gol, la mejor medicina contra la ansiedad, a los cuarenta minutos. El Cádiz salía del área cuando Kroos puso un misil milimétrico a la cabeza de Militao. El brasileiro, solo ante Ledesma, no falló. Ya antes del reposo, Sobrino aumentó la compilación de amarillas por una entrada sobre Militao. El tanto había sido solo un paréntesis en un primer tiempo desapacible como un bocadillo de piedras.

El gol sentó aproximadamente bien al Real Madrid y, tras el reposo, salió más relajado, menos pendiente del silbato, menos crispado. Una actitud que le sirvió para asentarse sobre el césped y ganar metros y minutos de posesión. El Cádiz padecía más, si bien tampoco es que a los de Sergio González les importe demasiado pues están habituados a ello. En verdad, Rubén Sobrino, al que vio el Choco Joven desmarcado, forzó a Courtois a mandar a córner en la que era la mejor ocasión visitante hasta el instante. La contestación la dio Valverde en una contra dirigida al lado de Vinicius y Lucas Vázquez. Poco después, Alejo, que la había pedido con insistencia todo el partido, vio su ansiada amarilla.

El partido entró poquito a poco en la rutina que se espera de un Real Madrid-Cádiz, con un conjunto blanco dominador, con el contrincante metido atrás, sacando cubos de agua como podía y pendiente de sostenerse con vida hasta el final. Misión imposible. Día tras día no es domingo y así se lo hizo saber Toni Kroos a los amarillos con un trallazo 'made in Germany' frente al que Ledesma solo pudo que suspirar. El alemán puso el cerrojo al partido y a la competición de clubes para comenzar a centrarse, ya de forma exclusiva, en el Mundial. Los gaditanos no tiraron la toalla, una alternativa no tolerada en su situación, mas más por obligación que convicción.

En verdad, aguardar el tercer gol blanco era una alternativa más realista y no llegó pues Modric falló el gol más fácil de su carrera, que es de las largas. Vinicius puso la motocicleta, llegó al área y se la puso para empujar. Fuera. Increíble. Ancelotti maldijo el fallo en la banda cuando Lucas Pérez, que había entrado por el Choco, aprovechó con el tercer remate una llegada apartada para recortar diferencias. El Cádiz terminó hundiendo a su contrincante en el área y la tuvo el Pacha Espino para empatar en el descuento. Tocaba padecer hasta el final. "Batallar hasta el final", como rezaba el tifo.

TiroAlpalo