Borja Iglesias transforma los dos penaltis para ganar en Mallorca (1-2)

El Betis prosigue irrefrenable en este arranque liguero. Nueva victoria del cuadro verdiblanco que, pese a no firmar una actuación tan refulgente como en la jornada inaugural, pudo salvar los 3 puntos del Visit Mallorca Estadi merced a dos zarpazos de Borja Iglesias. Igual que sucedió en El Sadar, el partido se decidió desde los once metros.
El Betis apenas precisó 9 minutos para anticiparse en el electrónico. Juanmi recibió de espaldas en área contraria y, cuando procuró virarse, Battaglia le birló la cartera. No obstante, el centrocampista argentino se asistió de la mano para recortar la jugada, por lo que González Fuertes apuntó la pena máxima tras consultarlo con el VAR. Borja Iglesias fue el responsable de materializar el penalti.

Desde el tanto inicial, el Betis fue superior sobre el césped. Ya informó Javier Aguirre en conferencia de prensa que deberían aceptar que el conjunto verdiblanco se hiciera con el control del esférico, y los pronósticos del técnico mexicano se cumplieron. Guido, Carvalho y Fekir se hartaron de balón, anulando por completo al conjunto 'bermellón'.

No obstante, todo lo construido por los alumnos de Pellegrini se desmoronó como un castillo de cartas en el segundo acto. Kang-In Lee sirvió un muy grande centro teledirigido cara el corazón del área verdiblanca. El envío cogió una rosca demoníaca que sorprendió a la defensa y Muriqi se tiró en plancha para cabecear el esférico en el fondo de la portería de Rui Silva.

El empate despertó del sopor al Betis, que empezó a empujar para inclinar la balanza en su favor. En una de sus múltiples acometidas al área contraria, Fekir bajó el esférico del cielo de Mallorca en pos de la portería de Rajkovic. Su única oposición era Battaglia, que volvió a cometer penalti en el intento de detener el ataque del francés. A Borja Iglesias no le tremió el pulso en el instante de regresar a ejecutar la pena máxima y, nuevamente, puso a los visitantes por delante en el marcador.

El Mallorca no parecía presto a admitir su destino, y procuró la igualada hasta el pitido final. Prácticamente la logró Kang-In Lee, con un golpeo magistral que se estrelló contra el larguero. El rechace cayó en los pies de Jaume Costa, que definió a quemarropa, mas Rui Silva se hizo gigante para frustrar el empate.

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