El Madrid golea al Celta en la era post Casemiro (1-4)

El Real Madrid venció en su visita a Balaídos (1-4) donde se halló a un Celta que, a pesar del resultado, no le puso las cosas simples. Los de Coudet mordieron, singularmente en la primera parte, a un Madrid que trataba de habituarse a la nueva era artículo Casemiro y que, a pesar de ello, probó su gran estado de forma sin precisar mancharse demasiado, para frustración local.
Con tantos de Benzema de penalti, una obra de arte de Modric, la sentencia de Vinícius y la puntilla de Valverde, los de Ancelotti sumaron su segunda victoria en dos jornadas. El tanto local lo hizo, asimismo desde los 11 metros, Iago Aspas.

Ancelotti optó por sacar a Camavinga y Tchoauameni al lado de Modric y Valverde para habituarse a la ausencia de Casemiro, y el trío de jóvenes fue de menos a más -con Aurelien pasando el examen sobradamente- acompañado por de los mejores centrocampistas que el futbol ha conocido y que se fue vitoreado del campo contrincante.

Con Paciencia, Cervi, Aspas y Beltrán en modo apisonadora, el Celta fue tejiendo de comienzo sus acercamientos al área de Courtois, si bien sin excesivo riesgo real. Mientras que, el Madrid, a baja marcha, procuraba a Vinícius en todo instante a fin de que sirviese en bandeja los balones a Benzema.

En una de esas, cuando corría el minuto 14 -en un casual homenaje a Casemiro- las manos de Tapias tocaron el balón -VAR a través de- y el capitán Madridista y pichichi de la pasada temporada consiguió el 1-0, su primer tanto en esta Liga.

Con el gol no se vino abajo el equipo gallego, que prosiguió apretando con su armada delantera presta a reiniciar el marcador. Unas manos de Militao, de esas que son para echarse las manos a la cabeza (a la altura de la idem tenía prácticamente la suya el brasileiro), fueron señaladas sin VAR esta vez y Iago Aspas puso el 1-1.

Llegaron entonces los mejores instantes de los celestes en este primer acto, mas llevar a voz vocalista no es garantía de nada frente a un equipo con tatos jugadores capaces de marcar la diferencia con el Madrid.

Recibió Alaba un balón que tuvo a bien cederle a Modric en la zona izquierda de los 3 cuartos y entonces el croata decidió hacer magia. Dejó sentados a dos contrincantes ya antes de acomodarse el balón y, desde la frontal, ajustarla al palo derecho de la meta de Marchesín, que no pudo hacer nada.

La segunda parte presentó al comienzo una película semejante y, de la misma forma, se decantó para el lado blanco cuando Modric deseó. El croata aprovechó el revuelo en el área Madridista por un supuesto penalti de Militao que demandaba el Celta -que no parecía tal- para llevarse la bola y cedérsela a un Vinícius que no falló frente al meta local para poner el 1-3.

La grada de Balaídos encolerizó al estimar injusto el tanto por el convocado posible penalti del central brasileiro del Real Madrid y un apasionado que jamás debió entrar al campo tiró una botella de agua llena al césped, lo que favoreció que Gil Manzano parara el partido a lo largo de unos minutos, lo que acabó por romper el ritmo del encuentro.

Semeja que hay que conseguir lo imposible para ganar a este Real Madrid, y así se debió sentir el Celta que no lo hizo mal y acabó goleado. Justo tras la confusión por el lanzamiento, llegó el enésimo hurto blanco, esta vez por la parte de Tchouameni, que combinó con Vinícius para plantarse en un suspiro en el área gallega en una contra de manual que acabó Valverde para poner el 1-4.

En los últimos acompases, Hugo Mallo cometió penalti sobre Benzema y el francés le cedió el tiro a un recién ingresado Hazard, que falló ante Marchesín, que hizo un doble paradón al detener asimismo el rechace que sujetó el capitán blanco para negar el quinto.

Segunda victoria para los de Ancelotti en dos jornadas de Liga, esta vez con mejores sensaciones que las mostradas frente al Almería y con la certidumbre de que esa combinación de veteranos y noveles de su once es su fórmula mágica a fin de que el ciclo de gloria no cese. El Celta, por su lado, no conoce la victoria en este comienzo liguero si bien mostró brotes verdes frente al equipo de Ancelotti, que es superior hasta cuando no necesariamente es mejor que su contrincante.

TiroAlpalo