Segunda actuación sucesiva poco contundente del FC Barcelona. 3 días tras la épica remontada en Montjuïc contra el Celta, el equipo azulgrana se debió conformar con un empate en su visita a Son Moix. Esta vez, la reacción de los de Xavi, portaestandarte por Raphinha y los canteranos Lamine Yamal y Fermín López, se quedó a medias frente a un rocoso Mallorca.
Descansó Lewandowski, el héroe de la última visita blaugrana a Son Moix. Ferran Torres ejercitó de ‘9’ en una noche en la que Xavi introdujo 5 cambios en el once inicial: cambió la pareja de centrales (Araujo e Iñigo Martínez defendieron el arco de Ter Stegen), dio galones a Gavi en el centro del campo y retornaron a escena Balde y Raphinha. Enfrente, un Mallorca en mala ráfaga (una victoria en las 6 primeras jornadas) que fue leal a su esquema con 5 defensas, mas apostó por perfiles más físicos que técnicos. Darder y Morlanes comenzaron en el banco.
Contagiado del impresionante ‘O Fortuna’ del ‘Carmina Burana’ y los espectaculares fuegos de artificio (con coreografía incluida de los Dimonis) que le recibió, el Mallorca protagonizó un enérgico comienzo que sorprendió a los barcelonistas. Resultado al lado, el Barça había insinuado contra el Celta que su obra aún requiere tiempo para ser continua en la excelencia… y en Palma lo confirmó.
Un fallo en salida de balón de Ter Stegen en los acompases iniciales terminó con el primer zarpazo local, premio a una escenificación bermellona exageradamente intensa y sofocante. Araujo asistió al rescate en primera instancia, mas el ‘pirata’ Muriqi desestabilizó el electrónico tras el rechace del uruguayo.
El Barça, que había basado sus primeros ataques en balones en largo de Iñigo Martínez sin receptor claro, procuró reaccionar del revés controlando el esférico. Lo logró, mas no fue capaz de imponer el guion de partido que le convenía. El Mallorca no padeció demasiado para proteger sus tímidos centros laterales. Cuando más cómodos parecían los baleares con el descontrol general, no obstante, la rebeldía y la ambición de Raphinha salvaron al equipo catalán. Cosas del futbol. Zurdazo raso desde fuera del área del extremo para ‘reanimar’ al conjunto barcelonista, que poco después tuvo dos excepcionales ocasiones para remontar ya antes del reposo. El brasileiro no definió bien en un codo con codo ante Rajkovic. El meta serbio, que ya había efectuado una buena parada a Ferran, asimismo evitó el tanto de Joao Félix.
En un tramo final de primera mitad de insensatez, los alumnos de Aguirre volvieron a pegar. Abdón Prats, ‘es Dimoni d’Artà’, penalizó una desconexión de Araujo, Iñigo y Ter Stegen, nuevamente poco atinado, para desatar el delirio en Son Moix.
Xavi no hizo cambios en el reposo, mas Lewandowski comenzó a calentar justo cuando Muñiz Ruiz apuntó el inicio de la reanudación. Declaración de pretensiones del tarrasense y un mensaje claro a sus jugadores de ataque. Joao Félix 'escuchó' a su míster y acarició el empate con un disparo que se estrelló contra el palo. No fue su mejor noche, mas Ferran fue el dañado con el ingreso al 'verde' del polaco.
El portugués sí que fue reemplazado poco después para dar entrada a Lamine Yamal. En exactamente el mismo instante, Fermín López ocupó el sitio de Oriol Romeu. Y las joyas de la Masia tardaron poquísimo tiempo en marcar diferencias. El primero provocó un penalti que el árbitro consideró como tal, mas que anuló tras consultarlo con el VAR. El 'niño', tocado por una varita, instaló el temor en el cuerpo de los futbolistas del Mallorca. Fermín se apuntó a la misión de liderar la reacción blaugrana y marcó a placer tras una asistencia de Raphinha. La jugada, a propósito, comenzó en las botas de Yamal.
El Barça invadió campo contrario y lanzó su ofensiva en pos de una nueva remontada mientras que el Mallorca lo procuraba con veloces transiciones. Lamine fue un dolor de muelas para una retaguardia local que se dedicó a soportar el aguacero barcelonista. Los de Aguirre lograron su objetivo y, en verdad, contaron con una ocasión clarísima para ganar en el último suspiro. Larín, afortunadamente catalana, no estuvo atinado. Xavi y los suyos, en una noche difícil, salvaron un punto. Podría haber sido peor.
El Barça, que había basado sus primeros ataques en balones en largo de Iñigo Martínez sin receptor claro, procuró reaccionar del revés controlando el esférico. Lo logró, mas no fue capaz de imponer el guion de partido que le convenía. El Mallorca no padeció demasiado para proteger sus tímidos centros laterales. Cuando más cómodos parecían los baleares con el descontrol general, no obstante, la rebeldía y la ambición de Raphinha salvaron al equipo catalán. Cosas del futbol. Zurdazo raso desde fuera del área del extremo para ‘reanimar’ al conjunto barcelonista, que poco después tuvo dos excepcionales ocasiones para remontar ya antes del reposo. El brasileiro no definió bien en un codo con codo ante Rajkovic. El meta serbio, que ya había efectuado una buena parada a Ferran, asimismo evitó el tanto de Joao Félix.
En un tramo final de primera mitad de insensatez, los alumnos de Aguirre volvieron a pegar. Abdón Prats, ‘es Dimoni d’Artà’, penalizó una desconexión de Araujo, Iñigo y Ter Stegen, nuevamente poco atinado, para desatar el delirio en Son Moix.
Xavi no hizo cambios en el reposo, mas Lewandowski comenzó a calentar justo cuando Muñiz Ruiz apuntó el inicio de la reanudación. Declaración de pretensiones del tarrasense y un mensaje claro a sus jugadores de ataque. Joao Félix 'escuchó' a su míster y acarició el empate con un disparo que se estrelló contra el palo. No fue su mejor noche, mas Ferran fue el dañado con el ingreso al 'verde' del polaco.
El portugués sí que fue reemplazado poco después para dar entrada a Lamine Yamal. En exactamente el mismo instante, Fermín López ocupó el sitio de Oriol Romeu. Y las joyas de la Masia tardaron poquísimo tiempo en marcar diferencias. El primero provocó un penalti que el árbitro consideró como tal, mas que anuló tras consultarlo con el VAR. El 'niño', tocado por una varita, instaló el temor en el cuerpo de los futbolistas del Mallorca. Fermín se apuntó a la misión de liderar la reacción blaugrana y marcó a placer tras una asistencia de Raphinha. La jugada, a propósito, comenzó en las botas de Yamal.
El Barça invadió campo contrario y lanzó su ofensiva en pos de una nueva remontada mientras que el Mallorca lo procuraba con veloces transiciones. Lamine fue un dolor de muelas para una retaguardia local que se dedicó a soportar el aguacero barcelonista. Los de Aguirre lograron su objetivo y, en verdad, contaron con una ocasión clarísima para ganar en el último suspiro. Larín, afortunadamente catalana, no estuvo atinado. Xavi y los suyos, en una noche difícil, salvaron un punto. Podría haber sido peor.