El Atlético de Madrid se ha llevado un derbi de claro color rojiblanco (3-1) con 3 tantos de cabeza frente a un Real Madrid desperdigado que ha encajado su primera derrota del curso y ha cedido el liderato de la Liga, que ahora ostentan Barcelona y Girona, empatados a puntos. El equipo de Simeone fue un rodillo aéreo. Su poder en los remates de cabeza en el área del Madrid fue definitivo en un choque en el que todos y cada uno de los tantos de la victoria llegaron de cabeza: dos de Morata y uno de Griezmann. El Real Madrid, que recortó distancias con un gol de Toni Kroos, se quedó corto en su reacción y estuvo lejísimos de la remontada en una pobre segunda parte.
Padeció el equipo blanco por las bandas, donde Nahuel Molina y Samuel Lino fueron un genuino tormento para los Madridistas. El equipo de Ancelotti, blando atrás, no pudo contestar a los golpes recibidos y se fue del Civitas Metropolitano de vacío. El partido se puso de cara prontísimo para el Atlético, con un gol de Morata a los 3 minutos de partido. El punta rojiblanco le ganó la espalda a Alaba y definió perfectamente, a quemarropa, el centro colgado por Reinildo. Irrefrenable para Kepa.
El Metropolitano aloqueció y, mientras que el Madrid trataba sin éxito de abrir la defensa rojiblanca, le cayó el segundo testarazo en contra. Esta vez fue Griezmann el que horadó la portería blanca, con un cabezazo a pase de Saúl tras una enorme jugada de Lino, uno de los jugadores más refulgentes del choque.
El 2-0 puso el partido muy cuesta arriba al Madrid, que no entró en el partido hasta la recta final de la primera mitad, cuando el partido se rompió y comenzó a llegar con más claridad a la portería de Oblak. El esloveno salvó el primero al sacar una buena mano a cabezazo de Valverde, mas no pudo hacer nada para detener el zapatazo de Toni Kroos en el minuto 35. El alemán, una de las sorpresas en el once de Ancelotti al lado de Luka Modric, acortó distancias con un disparo desde fuera del área.
El Madrid jugó sus mejores minutos e, aun, dispuso de un gol de Camavinga cancelado por fuera de juego de Rüdiger, mas no logró empatar ya antes del reposo. Y, a la vuelta de vestuarios no tuvo tiempo de reaccionar pues, del mismo modo que en el inicio del partido, la cabeza de Morata apareció nuevamente.
El delantero rojiblanco, asistido por Saúl, volvió a ganarle la situación a Alaba y anotó el 3-1, un tanto que elevó a los cielos a la afición rojiblanca y mandó de manera directa al averno al Real Madrid. Los merengues, a pesar de tener toda la segunda parte por delante, no se restituyeron del golpe.
Ancelotti movió el banquillo, sentó a unos difuminados Lucas y Fran García, y además de esto dio entrada a Brahim, su última bala así como la entrada de Joselu en el reposo. Mas nada le funcionó. El Atlético, con un partido muy firme, se sujetó de forma fuerte al resultado y navegó sin grandes dificultades cara la victoria final. Una victoria vital para los de Simeone, que lo festejaron en grande con sus apasionados, que hicieron volar sus bufandas para festejar el triunfo en el derbi.