Una tarde de calor envolvía el entorno, con la afición local aguardando el reaparecer de su equipo tras las derrotas de Barcelona y Glasgow. No pudo ser, al final reparto de puntos y alegría a medias para el respetable, ya que se empató al final tras iniciar perdiendo. Primera parte con más tensión que calidad en la que el Cádiz desplegó su estilo y le funcionó. No es que los amarillos fueran un conjunto vistoso, mas es que a este Betis se le doblega con muy poco: algo de intensidad, mucho orden y bastante juego subterráneo bastan para cancelar a los de Pellegrini.
El Cádiz salió quitando el balón al Betis y lo logró. Su rigor táctico y una presión muy pegajosa a la línea de ataque verdiblanca hicieron que Conan Ledesma apenas tuviese trabajo en los primeros 45 minutos. A trompicones, el Betis logró hacerse con la pelota mas sin tener ni la más remota idea de qué hacer con ella. El equipo estuvo planísimo y previsible en este tramo: los dos mediocentros destrozaban sin crear, Isco no tenía chispazos y absolutamente nadie se internaba por banda. Se abusaba de balones largos, un caramelo para el contrincante.
Solo Ayoze hacía algún movimiento diferente que producía algo de sofocación en la plácida defensa cadista. Y claro, cuando no tienes ideas en ataque, es cuestión de tiempo que llegue el fallo atrás. Esta vez fue en el minuto 40: un corner en favor del Betis es rechazado por la defensa y acá empieza la cadena de errores: Bellerín corta mas Pezzella obsequia un balón absurdo, la pelota le llega en banda a un Maxi Gómez que no tiene contrincantes en 10 metros a la redonda. Con todo el tiempo del planeta, el uruguayo pone un centro al área que cabecea a gol Cris Ramos, frente a la inefectividad en el marcaje de Bartra y de Claudio Bravo, que en vez de contestar se restringe a continuar el balón con la mirada. 0-1 en un gol en el que medio equipo verdiblanco cometió fallos de infantiles indignos de Primera División.
Con ese resultado se llegó al reposo, en el que Pellegrini movió ficha dando entrada a Abde por un gris Willian José, lo que puso en punta a Ayoze.
En la reanudación, el Betis tiró de amor propio y subió su intensidad un par de marchas, como ya sucediese contra el Rayo Vallecano. Eso hizo que empezara al fin a producir riesgo con ocasiones en las botas de Abde e Isco. Fruto de este empuje llegó el gol del empate, en un balón de Abde al área que Guido Rodríguez remata estéticamente a la media vuelta ajustadísimo al palo. Era el minuto 60 y la batalla se igualaba en el marcador.
Desde ahí, el partido se abrió. El Cádiz no renunció a ganar y eso favoreció un bonito espectáculo en el que hubo ocasiones por los dos bandos, primordialmente por el local. El Betis comenzó a abrir balones a banda y a buscar los centros y así creó mucho riesgo, en especial en la figura de Ayoze, que ya en punta las tuvo de todos y cada uno de los colores. Isco asimismo dispuso de un intento de tacón clarísimo, mas en este tramo del partido surgió la figura de Conan Ledesma. El portero del Cádiz tuvo unas intervenciones de mucho mérito que aseguraron un punto para su equipo.
Para resumir, un Betis de menos a más fue capaz de empatar un partido perdido y de poder ganarlo, mas su reacción fue algo tardía y se estrelló en el portero contrincante. El equipo no acaba de carburar y precisa 20 ocasiones para meter una. Tras la imagen en Barcelona, Glasgow y el primer tiempo de hoy, si esto no es una crisis, se le semeja bastante.