Al tiempo que el Girona huele a permanencia, el Valencia lo hace a preocupación. Los rojiblancos ganaron, de forma justa, un partido en el que los focos se los llevó Borja García por el 1-0, mas quien salió a hombros fue Riquelme, por su control en la acción del gol y la asistencia. El Girona consigue salir catapultado cara una zona más apacible de la tabla, con 5 puntos de margen respecto del descenso, y deja en el disparadero a un Valencia que si no salió goleado de Montilivi fue merced a Mamardashvili.

El meta efectuó hasta 6 paradas, a cuál mejor. Los de Voro, sin apenas juego y reactivos, amontonan derrotas con una sencillez peligrosa (solo han sumado un punto en las últimas 6 jornadas) y prosiguen a un solo punto del descenso.

Míchel apostó por Borja García de comienzo, que hasta la data solo había gozado de 15 minutos tras su grave lesión, y fue clave. El medio celebró su primera titularidad de la época de una manera insuperable y castigó a un Valencia maltrecho. Y eso que la primera mitad fue digna de la tercera ley de Newton, acción-reacción, en la que el Girona manejó el tempo del partido, mas el Valencia tuvo sus chispazos. Las primeras ocasiones fueron, como no, rojiblancas y Aleix García y Castellanos se encontraron con un Mamardashvili gigante. El Valencia no tardó en contestar: en el 23′, Cavani puso en vuelo hacia Musah, que desafió a Gazzaniga en el codo con codo, y no lo aprovechó. El estadounidense hizo un alarde de velocidad, mas se olvidó de levantar la cabeza en la definición y no acertó. Ese fue el prólogo de un interesante intercambio de golpes, con ocasiones para Borja García, Lato, que hizo mejores cosas sin balón que con balón, y Cavani. Si bien la más clara fue para ‘Taty’ Castellanos ya antes del reposo. El sol cegó a Mamardashvili, el balón le llegó perfecto al punta argentino para empujarlo a gol, mas no se aguardó estar solo y lo picó, de cabeza, en demasía mandando al limbo la posibilidad de firmar el 1-0.

Ya en la segunda mitad, Míchel deseó darle una marcha más a su equipo viendo que el Valencia iba a continuar jugando a verlas venir y las apariciones de Stuani y Riquelme dieron el premio. En el 64′, Riquelme asistió a Borja García y este, por fin, superó a Mamardashvili. La acción levantó polémica y quejas valencianistas por el posible control con el brazo de Riquelme, mas nada: gol legal. El fallo de la defensa fue quedarse parada. Con el 1-0, Voro deseó agitar el árbol dando entrada a Marcos André y Hugo Duro, mas siempre y en toda circunstancia estuvo más cerca el 2-0 que el empate. Mamardashvili amargó a Stuani en un par de ocasiones, Yangel Herrera tiró demasiado alto en una ocasión clara e inclusive tuvo sus minutos el ucraniano Viktor Tsygankov, que comenzó. Al final, Hugo Duro puso el temor en el cuerpo de la afición del Girona, mas ahí estuvo Gazzaniga. Los 3 puntos se quedaron en Montilivi.