El Real Madrid tiró claramente la toalla en Montilivi y dejó el título de Liga a cargo del Barça tras encajar una inopinada goleada frente a un Girona que se aseguró prácticamente la permanencia. Los 4 tantos de Taty Castellanos rompieron la activa de buenos resultados que se había marcado como objetivo Carlo Ancelotti cara la final de Copa y a las semifinales de la Champions League y hacen que al Real Madrid le vuelvan las dudas. El 4-2 dejó en muy mal sitio sobre todo a Militao, que salió en la fotografía en los 4 tantos.

El equipo Madridista recobró viejas costumbres en Montilivi y salió a jugar sin la tensión ni la ambición que había exhibido en sus precedentes partidos. Pareció en el arranque que los blancos iban a sostener la velocidad de crucero y a sumar los 3 puntos sin despeinarse, mas fue un espejismo. Rodrygo estuvo a puntito de abrir el marcador en el primer minuto, mas su remate de tacón fue despejado a córner por Juanpe y poco después Nacho y Fede Valverde probaron a Gazzaniga.

No contaba el Real Madrid con la eficiencia que exhibió el Girona en sus dos primeras llegadas, acabadas por Taty Castellanos en el 12' y en el 24' en rutas jugadas que dejaron en muy mal sitio a la defensa visitante. El peor parado fue indudablemente Militao, que quedó retratado en la segunda jugada al medir muy mal y dar la opción al delantero del Girona a plantarse en frente de Lunin, al que batió con un disparo que se coló bajo sus piernas. Anteriormente Castellanos ya había batido al portero Madridista (Courtois se cayó de la convocatoria por culpa de una gastroenteritis) con un cabezazo a centro de Miguel.

El equipo Madridista se confió en ataque a Vinicius, que fue el único que pareció salir con la actitud frecuente, si bien eso implicase asimismo una incesante sobreactuación y una retahíla de quejas que le debieron haber mandado a los vestuarios ya antes del reposo, si bien Iglesias Villanueva solo se atrevió a mostrarle una tarjeta.

El brasileiro fue el único que lo procuró una y otra vez sin reposo y al final consiguió el premio del 2-1 al cabecear a quemarropa un preciso centro al segundo palo de Marco Asensio. El Real Madrid apretaba, mas sin llegar a crear considerablemente más ocasiones claras. El Girona, que se defendió atrás con uñas y dientes, aún dispuso de 3 ocasiones más para ampliar su ventaja, mas esta vez ni Castellanos, ni Riquelme, ni Yan Couto acertaron en frente de Lunin.

El Real Madrid olía la remontada, mas se llevó el golpe terminante solamente arrancar la segunda parte. Un centro desde la derecha de Yan Couto dejó que Castellanos volviese a castigar a Lunin. El 3-1 parecía ya terminante, mas el Girona no se conformó.

El equipo Madridista tenía el balón, mas abusando de los pases sin tener apenas profundidad. Vinicius, al que el agremiado disculpó múltiples veces la expulsión, fue perdiendo fuelle, ofuscado como estaba en ese instante por ganar la guerra por su cuenta, y el conjunto de Míchel volvió a aprovechar el enésimo fallo de Militao para marcar el 4-1. Nuevamente fue Castellanos el que cabeceó un centro de Riquelme tras ganarle la partida al central brasileiro.

El resto del partido fue un ejercicio de impotencia del equipo blanco, que bajó los brazos en señal de rendición si bien consiguió maquillar un tanto el marcador gracias una vez más al empeño de Vinicius, el único que se sublevó contra la derrota. El brasileiro llegó a la línea de fondo y obsequió el 4-2 a Lucas Vázquez.