Un enorme David Soria salva un punto para el Getafe (0-0)

El tiempo se quedó congelado en el Coliseum Alfonso Pérez, testigo de un partido de principios de pretemporada ya iniciada la época que le hizo un enorme feo a los tantos, las ocasiones y, en suma, al futbol ofensivo. Todo el suspense ausente a lo largo de lo 90 minutos se presentó al final, cuando Figueroa Vázquez interpretó que Arambarri taponó con el brazo un disparo de Gerard Moreno y dictaminó penalti. Mas el VAR le hizo ver que el uruguayo había usado la cara y no la extremidad. La tecnología salvó el conformismo del Getafe, que rascó su primer punto. El único que prácticamente escapó de la mediocridad, fue David Soria con sus oportunas y estéticas paradas.

Fue un choque de ritmo más que lento, de calma chicha, prácticamente de pachorra, sin que el Villarreal hiciese apreciar, al menos en la primera mitad, el entusiasmo del mejor comienzo de su historia, sin que se sintiesen las emergencias del Getafe. Eran más bien intenciones de los azulones, que no por abandonar a su línea de 5 para pasar a formar con un 4-4-2 descartaron el plan protector. El conjunto de Quique Sánchez Flores, ausente por sanción, se refugió con su repliegue en campo propio dejando una insignificante distancia entre líneas, sin prisa tampoco con el balón. Deseaba que no pasase nada.

El Villarreal se lo tomó con paciencia, tan lenta y frenada la circulación de balón por instantes que la prudencia se podía confundir con temor al fallo. No le dejaba expresarse alegremente en ataque como lo había hecho en las dos primeras jornadas un consistente Getafe, mas los de Unai Emery exponían escasos razonamientos con su falta de movilidad, sin vida entre líneas, solo asociándose Pau Torres y Albiol en la salida de balón como mayor síntoma de las dudas con balón del conjunto 'groguet'.

El Villarreal se dispuso para agredir con una primera línea de 3 con los centrales y Juan Foyth, con Pedraza estirando por izquierda con Lo Celso por la parte interior y Yeremi Pino pegado a la línea de cal por derecha. Eclipsados en la primera línea de presión por Ünal y Mayoral, Parejo y Capoue no entraban en juego. Apenas Gerard Moreno, bajando a percibir al lado del pivote, aceleró el juego en alguna situación. Asimismo Morales, rompiendo al espacio por banda izquierda. Mas poco más. Parejo, para entrar en juego, bajaba a la altura de los centrales mas sin efecto.

El Getafe, en el clínico plan de Quique, no se estresaba tampoco con el esférico con una pausada circulación, buscando las bandas y algún movimiento en caída al espacio de Borja Mayoral como incidencias más destacables.

El Villarreal, que defendió bien los centros de los azulones, debería aguardar al desgaste o un distraiga en la perfección protectora de su contrincante. Se dio sobre todo en el minuto 41, cuando, tras una jugada trazada con velocidad por izquierda, Gerard Moreno recibió cerca del pico del área, frustrando su espléndido remate un divino David Soria que apenas intervenía por segunda vez tras un potente chut de Pedraza a la media hora. El Getafe compareció prácticamente por vez primera al área de Rulli con un remate centrado de Ünal en una de las últimas acciones de la primera parte. Eso fue todo en un primer tiempo de tensa espera por dictado y mérito de los azulones.

Emery procura agitar el partido en la segunda parte
La lesión de rodilla de Juan Foyth en una caída en una acción con Portu fue el prólogo de una segunda parte en la que Emery pretendió eliminar la anestesia al partido con la entrada de un agitador como Chukwueze por Yeremi Pino, Jackson por Morales y Kiko Femenía por Foyth, que no pudo seguir. La mayor determinación del Villarreal y el dispendio físico del Getafe empujaron poquito a poco a los azulones cara atrás. Con una predisposición el Villarreal idéntica a la del primer tiempo, los centrales no repetían tanto pase entre ellos y abrían más veloz a banda o conducían para agilizar la circulación. No obstante, los de Emery no acababan en ocasiones.

El ingreso de Álex Baena -relevo de Lo Celso-, sí que trajo novedades en la estructura del Villarreal. El canterano centró su situación hasta transformarse prácticamente en un tercer delantero al lado de Jackson y Moreno y, con Chukwueze y Pedraza abiertos, Aleñà se vio obligado a recular prácticamente como carrilero para formar una línea de 5 defensas que dejase a la zaga azulona en situación de igualdad numérica frente a la predisposición de la línea máz avanzada del cuadro de Emery (5 contra 5).

El conjunto madrileño tentó al gol con un disparo desde fuera de Aleñà desviado y un libre directo de Arambarri que no cogió portería por centímetros. Más cerca anduvo del tanto 'prohibido' Baena en un cabezazo a centro de Chukwueze que hizo suyo un segurísimo David Soria, que, eso sí, más que capturar, se halló con un remate a quemarropa del senegalés, que disparó muy centrado en el área pequeña en otra acción.

Y cuando el Villarreal se encontraba a puntito de proclamar la victoria, el VAR desmintió el penalti señalado en el añadido por Figueroa Vázquez. Interpretó el agremiado que Arambarri taponó con el brazo un disparo de Gerard Moreno y dictaminó penalti. Sin embargo, el VAR le hizo ver que el uruguayo se había servido de la cara. Ni un hipotético gol desde los 11 metros hubiese eludido el desplante de azulones y 'groguets' al espectador.

TiroAlpalo