El Sevilla no levanta cabeza y a Lopetegui se le amontonan los inconvenientes. Un punto de 9 para el equipo de Nervión, que prosigue mostrando una debilidad protectora indigna de un equipo Champions y al que le falta lucidez en ataque. Esta vez los verdugos fueron Sadiq y Ramazani, dupla que el Almería tiene en el mercado (solicita 30 y 15 millones respectivamente) y que agrupa los 4 tantos del club indálico en lo que va de Liga. El nigeriano volvió desquiciada a toda la zaga sevillista, que se vio desbordada en un segundo tiempo para olvidar, y mete en un grave problema a Lopetegui.
Tuvo su opción el Sevilla en el arranque del choque, mas el Almería se sostuvo en pie merced a su portero, Fernando, que volvió a vestirse de héroe para agriar la noche a Lamela, a quien ganó un codo con codo a los 30 segundos y le sacó un balón imposible en boca de gol en el minuto 17. El tanto sevillista llegó al tercer intento. Óliver Torres se sublevó como un inopinado rematador de cabeza para hacer el 0-1 tras un centro perfecto de Telles. Los de Lopetegui aprovecharon las comodidades protectoras que le concedió el Almería para anticiparse en el marcador.
Padecía en esos instantes el cuadro local, a cuyos zagueros costó advertir las conexiones entre Papu Gómez, Rafa Mir y Lamela, que acapararon prácticamente todo el juego ofensivo hispalense en la primera media hora de juego. Sí se mostró más contundente el Almería en ataque. Pozo y Akieme dieron salida al equipo de Rubi desde los laterales, Sadiq sacó de forma frecuente de zona tanto a Nianzou como a Rekik y Ramazani aprovechó para empatar ya antes del reposo tras un regalo de Fernando y un distraiga protector del excentral del Bayern.
El 1-1 derrumbó al Sevilla, que salió dormido tras el reposo y fue sacudido por Sadiq. El nigeriano prosiguió sacando los colores a la zaga visitante. Primero retrató a Rekik, a quien Gil Manzano excusó la segunda amarilla en el minuto 26 de partido, mas falló con el estoque tras una galopada increíble. En cambio, no excusó en la línea de gol tras hurtarle la cartera a Rekik y Nianzou. Robertone, faro ofensivo de los almerienses, le sirvió el gol en bandeja.
Lopetegui gastó los 5 cambios de forma sucesiva y cambió el dibujo en pos de la remontada. Mas el Sevilla no halló la forma de hincar el diente a un Almería que hizo mucho daño al espacio. Sadiq y Ramazani excusaron el 3-1 y dejaron un hilo de vida a su contrincante. Aun así, no halló futbol el Sevilla, mas sí un centro de Carmona que Rafa Mir, absolutamente solo en el área, cabeceó fuera. Ahí murieron las opciones de los de Lopetegui, que debe hacer en frente de la primera crisis del curso y sobre quien comienzan a sobrevolar demasiadas dudas.
Padecía en esos instantes el cuadro local, a cuyos zagueros costó advertir las conexiones entre Papu Gómez, Rafa Mir y Lamela, que acapararon prácticamente todo el juego ofensivo hispalense en la primera media hora de juego. Sí se mostró más contundente el Almería en ataque. Pozo y Akieme dieron salida al equipo de Rubi desde los laterales, Sadiq sacó de forma frecuente de zona tanto a Nianzou como a Rekik y Ramazani aprovechó para empatar ya antes del reposo tras un regalo de Fernando y un distraiga protector del excentral del Bayern.
El 1-1 derrumbó al Sevilla, que salió dormido tras el reposo y fue sacudido por Sadiq. El nigeriano prosiguió sacando los colores a la zaga visitante. Primero retrató a Rekik, a quien Gil Manzano excusó la segunda amarilla en el minuto 26 de partido, mas falló con el estoque tras una galopada increíble. En cambio, no excusó en la línea de gol tras hurtarle la cartera a Rekik y Nianzou. Robertone, faro ofensivo de los almerienses, le sirvió el gol en bandeja.
Lopetegui gastó los 5 cambios de forma sucesiva y cambió el dibujo en pos de la remontada. Mas el Sevilla no halló la forma de hincar el diente a un Almería que hizo mucho daño al espacio. Sadiq y Ramazani excusaron el 3-1 y dejaron un hilo de vida a su contrincante. Aun así, no halló futbol el Sevilla, mas sí un centro de Carmona que Rafa Mir, absolutamente solo en el área, cabeceó fuera. Ahí murieron las opciones de los de Lopetegui, que debe hacer en frente de la primera crisis del curso y sobre quien comienzan a sobrevolar demasiadas dudas.