El RCD Espanyol cayó contra el Villarreal CF en el RCDE Stadium tras un gol en propia puerta de Lecomte en el minuto 64, un resultado que da aire a los de Quique Setién, mas que deja un claro sabor amargo al anfitrión, cerca del descenso. Ya antes del tanto, los blanquiazules mostraron control del duelo, con múltiples ocasiones claras que no concretaron. Tras el gol, los alumnos de Diego Martínez procuraron el empate con insistencia, mas se hallaron con un enorme Rulli bajo palos.
Era el último duelo ya antes del parón y los dos conjuntos dejaron claro que procuraban los 3 puntos. El primero en expedir un aviso fue el Espanyol, con un disparo de Puado a los 5 minutos del duelo que no desequilibró a Rulli. Tampoco tuvo fortuna Yeremy Pino a los 15 minutos en uno contra uno ante Lecomte.
Darder, a la media hora, puso asimismo algo de picante a un partido que fue perdiendo revoluciones conforme avanzaba la primera mitad, que terminó en empate a cero. El anfitrión mandó sutilmente ya antes del reposo, mas sin la contundencia precisa para poder ver puerta.
La segunda parte asimismo comenzó a un buen nivel, con un latigazo de Capoue en los acompases iniciales. El intercambio de golpes era pronunciado. Keidi Bare, en el 60, remató un pase desde la derecha, sin éxito. A pesar de todo, el premio se lo llevaría el Villarreal en la próxima jugada.
En el minuto 64, Lecomte volvió a despertar los espectros en el Espanyol -con abundantes fallos individuales en este comienzo de curso- con un gol en propia puerta tras un disparo al palo de Yeremy Pino. El portero francés se resarció sacando una mano que frustró un disparo envenenado, asimismo de Yeremy.
Los blanquiazules estaban groguis tras el 0-1. Todo el trabajo anterior quedó en nada. El Villarreal movió el banquillo y mostró un planteamiento más conservador. Todo lo opuesto a los de los de Diego Martínez, que se recobraron poquito a poco del golpazo y apretaron el área de Rulli.
Los catalanes, en los últimos minutos, mostraron una versión considerablemente más incisiva, examinando al meta amarillo con insistencia. Keidi Bare, Darder y Óscar Gil lo probaron, mas los reflejos del meta defendieron los 3 puntos.
Darder, a la media hora, puso asimismo algo de picante a un partido que fue perdiendo revoluciones conforme avanzaba la primera mitad, que terminó en empate a cero. El anfitrión mandó sutilmente ya antes del reposo, mas sin la contundencia precisa para poder ver puerta.
La segunda parte asimismo comenzó a un buen nivel, con un latigazo de Capoue en los acompases iniciales. El intercambio de golpes era pronunciado. Keidi Bare, en el 60, remató un pase desde la derecha, sin éxito. A pesar de todo, el premio se lo llevaría el Villarreal en la próxima jugada.
En el minuto 64, Lecomte volvió a despertar los espectros en el Espanyol -con abundantes fallos individuales en este comienzo de curso- con un gol en propia puerta tras un disparo al palo de Yeremy Pino. El portero francés se resarció sacando una mano que frustró un disparo envenenado, asimismo de Yeremy.
Los blanquiazules estaban groguis tras el 0-1. Todo el trabajo anterior quedó en nada. El Villarreal movió el banquillo y mostró un planteamiento más conservador. Todo lo opuesto a los de los de Diego Martínez, que se recobraron poquito a poco del golpazo y apretaron el área de Rulli.
Los catalanes, en los últimos minutos, mostraron una versión considerablemente más incisiva, examinando al meta amarillo con insistencia. Keidi Bare, Darder y Óscar Gil lo probaron, mas los reflejos del meta defendieron los 3 puntos.