Parecía bastante difícil despegarse del móvil y de los auriculares en la tarde de este viernes. El mercado estaba muy caliente para un Cádiz CF que incorporaba al centrocampista Rominigue Kouamé (Troyes) y daba salida a Osmajic (Preston) y De la Rosa (cedido al Recre). La traca final sería la llegada del anhelado extremo.
Parecía complicado, sí, mas Cádiz CF y Villarreal se ocuparon de poner en el foco sobre el rectángulo de juego en un encuentro en el que pasó de todo. Un fallo garrafal, una remontada de ensueño, tantos de muy bella factura, hasta dobletes, expulsiones, algún penalti, insensatez y pelea. No faltó nada de nada en La Taza de Plata. Tampoco aprender de los fallos, esos que te hacen ver que con uno más hay que matar el partido.
Y es que este Cádiz CF ilusiona mucho pues atrás se deja la vida y arriba va en tromba con jugadores como Iván Alejo, Darwin Machis y Chris Ramos. Que salgan vitoreados no es pura casualidad. Es un premio ganado a pulso. El 3-1 al Villarreal no es fruto de la suerte.
No cambió nada Sergio González en su once titular. Esto desea decir que siguió confiando arriba en Roger Martí al lado de Chris Ramos, con Maxi Gómez aguardando su instante en el banquillo.
El Villarreal, que conocía horas ya antes que Rennes, Maccabi Haifa y Panathinaikos serían sus contrincantes en la fase de conjuntos de la Europa League, sí movió su banquillo. Y esa resolución de Quique Setién sorprendió a Sergio González pues Parejo no salía de comienzo. Tampoco Capoue. Ni Gabbia.
Quienes sí empezaban era Raúl Albiol debido a su veteranía, Denis Suárez y Yéremy Pino, que se estrenaba esta temporada tras su lesión. Los otros eran previsibles, con jugadores de la talla de Gerard Moreno, Sorloth o Álex Baena, este último recién citado por Luis de la Fuente para la selección de España.
Ingredientes más que interesantes para vivir un atrayente encuentro que empezó con el Cádiz CF apretando merced al balón parado, que tan buen resultado le ha dado en este comienzo de temporada. Y pudo regresar a suceder, esta vez con una catapulta de Luis Hernández que Chris Ramos, tras su segundo intento, prácticamente aprovechó con perfección. El ariete gaditano se mueve como pez en el agua en ese género de acciones.
Todo transcurría con determinada normalidad, el Cádiz CF plantaba cara en el momento en que un fallo garrafal de Iza pasó factura. El portuense, nuevamente capitán del equipo gaditano, se quedó corto en una cesión que Sorloth penalizó con el mayor de los castigos: el gol. El ex ariete de la Real estuvo veloz y atento para recoger el cuero, regatear a Conan y marcar cuando se le cerraba el espacio. A punto estuvo de evitarlo el meta argentino.
A pesar del tremendo mazazo, los hombres de Sergio González reaccionaron y lo hicieron con exactamente la misma fórmula que emplearon minutos ya antes. La catapulta de Luis Hernández llegó ahora desde la banda izquierda, mas el remate de Roger Martí en el segundo palo se encontró con la defensa.
Apenas habían pasado 8 minutos cuando llegó la igualada. Otra vez merced a una jugada a balón parado. Fue entonces cuando tras un córner Darwin Machis puso el balón en el área, Alcaraz remató raso y Jorgensen la sacó. Mas ahí estaba Chris Ramos, tal y como si de un pistolero se tratara, para marcar el 1-1. Era su primer gol como jugador del Cádiz CF en el Carranza (el curso pasado marcó en el Benito Villamarín) y la emoción le pudo al festejarlo. Estaba más que justificada. Tanto que se llevó una amarilla.
Prácticamente inmediatamente, tras regresar Roger a probar que no está fino, Pedraza perdía los nervios y dejaba al Villarreal con 10. El lateral cordobés mandaba un balonazo sobre el cuerpo de Iza y después se las veía con Iván Alejo, quien recibía un cabezazo del andaluz, que se iba jurando en arameo y enfrentándose con el público. Expulsión, revuelo y partido muy caliente.
Sin reposo, la constancia de Chris Ramos tras un pase de Rubén Alcaraz conseguía el premio de un penalti. El ariete aprovechó la irresolución de Jorgensen, que no salió con solidez cuando Cuenca se lo dejaba todo hecho, para provocar la falta en el área. El portero proseguía con las dudas del comienzo liguero. Darwin Machis no falló, tras pelear con Alcaraz para lanzar el penalti, y puso el 2-1 en el 29'.
Ya antes de eso, Sorloth padecía una lesión muscular y solicitaba el cambio. Entraba el 'Comandante' Morales. Después, Machis hizo el 3-1, que no subió al marcador por fuera de juego de Roger Martí.
Si bien el Cádiz CF, que aun trenzaba notables jugadas, se había desinhibido con Iván Alejo, Darwin Machis y Chris Ramos a la cabeza y no deseaba cometer los fallos de hace una semana con uno menos, otra irresolución en la defensa pudo vovler a salir carísima. Por fortuna para sus intereses se le quedó el esférico atrás a Yéremy Pino cuando ya enfrentaba a Conan Ledesma. Iza echó el cable.
Mitigados los ánimos y con el Villarreal procurando supervisar el ritmo (el Cádiz CF le ganó por instantes la posesión del esférico), en otro balón a la espalda de la defensa, una mala salida de Conan prácticamente la aprovechaba Morales, mas ahí estaba Javi Hernández para eludir el 2-2.
Eso sí, ya antes de irse a la caseta Quique Setién, especialista en mil batallas, procuró al reprendido Iván Alejo. José Mari asistió en su ayuda y Pepe Reina se invitó a la celebración. Tantos minutos de tensión... Así hasta terminar en los vestuarios con Quique Setién y Lolo Bocardo expulsados.
La segunda mitad no pudo comenzar mejor para el Cádiz CF. Machis se sacó un latigazo que tras tocar en el poste se transformó en el 3-1. El venezolano ha vuelto y el cadismo se frota las manos con él.
A pesar de ello, Gerard Moreno y Álex Baena trataban de sostener la esperanza de un Villarreal que se encontraba con Iza atrás y con el infatigable Chris Ramos arriba. Sangre de la tierra para soñar con todo.
Los minutos pasaban en una segunda parte más apacible en la que Maxi Gómez tuvo ciertos minutos y el Cádiz CF supo leer bien el partido y no cometer los fallos de otrora.
La victoria frente al Villarreal es el triunfo de la ilusión por el hecho de que este Cádiz CF apunta alto. Tan alto que su afición se fue haciendo la ola. De momento van 7 puntos.
No cambió nada Sergio González en su once titular. Esto desea decir que siguió confiando arriba en Roger Martí al lado de Chris Ramos, con Maxi Gómez aguardando su instante en el banquillo.
El Villarreal, que conocía horas ya antes que Rennes, Maccabi Haifa y Panathinaikos serían sus contrincantes en la fase de conjuntos de la Europa League, sí movió su banquillo. Y esa resolución de Quique Setién sorprendió a Sergio González pues Parejo no salía de comienzo. Tampoco Capoue. Ni Gabbia.
Quienes sí empezaban era Raúl Albiol debido a su veteranía, Denis Suárez y Yéremy Pino, que se estrenaba esta temporada tras su lesión. Los otros eran previsibles, con jugadores de la talla de Gerard Moreno, Sorloth o Álex Baena, este último recién citado por Luis de la Fuente para la selección de España.
Ingredientes más que interesantes para vivir un atrayente encuentro que empezó con el Cádiz CF apretando merced al balón parado, que tan buen resultado le ha dado en este comienzo de temporada. Y pudo regresar a suceder, esta vez con una catapulta de Luis Hernández que Chris Ramos, tras su segundo intento, prácticamente aprovechó con perfección. El ariete gaditano se mueve como pez en el agua en ese género de acciones.
Todo transcurría con determinada normalidad, el Cádiz CF plantaba cara en el momento en que un fallo garrafal de Iza pasó factura. El portuense, nuevamente capitán del equipo gaditano, se quedó corto en una cesión que Sorloth penalizó con el mayor de los castigos: el gol. El ex ariete de la Real estuvo veloz y atento para recoger el cuero, regatear a Conan y marcar cuando se le cerraba el espacio. A punto estuvo de evitarlo el meta argentino.
A pesar del tremendo mazazo, los hombres de Sergio González reaccionaron y lo hicieron con exactamente la misma fórmula que emplearon minutos ya antes. La catapulta de Luis Hernández llegó ahora desde la banda izquierda, mas el remate de Roger Martí en el segundo palo se encontró con la defensa.
Apenas habían pasado 8 minutos cuando llegó la igualada. Otra vez merced a una jugada a balón parado. Fue entonces cuando tras un córner Darwin Machis puso el balón en el área, Alcaraz remató raso y Jorgensen la sacó. Mas ahí estaba Chris Ramos, tal y como si de un pistolero se tratara, para marcar el 1-1. Era su primer gol como jugador del Cádiz CF en el Carranza (el curso pasado marcó en el Benito Villamarín) y la emoción le pudo al festejarlo. Estaba más que justificada. Tanto que se llevó una amarilla.
Prácticamente inmediatamente, tras regresar Roger a probar que no está fino, Pedraza perdía los nervios y dejaba al Villarreal con 10. El lateral cordobés mandaba un balonazo sobre el cuerpo de Iza y después se las veía con Iván Alejo, quien recibía un cabezazo del andaluz, que se iba jurando en arameo y enfrentándose con el público. Expulsión, revuelo y partido muy caliente.
Sin reposo, la constancia de Chris Ramos tras un pase de Rubén Alcaraz conseguía el premio de un penalti. El ariete aprovechó la irresolución de Jorgensen, que no salió con solidez cuando Cuenca se lo dejaba todo hecho, para provocar la falta en el área. El portero proseguía con las dudas del comienzo liguero. Darwin Machis no falló, tras pelear con Alcaraz para lanzar el penalti, y puso el 2-1 en el 29'.
Ya antes de eso, Sorloth padecía una lesión muscular y solicitaba el cambio. Entraba el 'Comandante' Morales. Después, Machis hizo el 3-1, que no subió al marcador por fuera de juego de Roger Martí.
Si bien el Cádiz CF, que aun trenzaba notables jugadas, se había desinhibido con Iván Alejo, Darwin Machis y Chris Ramos a la cabeza y no deseaba cometer los fallos de hace una semana con uno menos, otra irresolución en la defensa pudo vovler a salir carísima. Por fortuna para sus intereses se le quedó el esférico atrás a Yéremy Pino cuando ya enfrentaba a Conan Ledesma. Iza echó el cable.
Mitigados los ánimos y con el Villarreal procurando supervisar el ritmo (el Cádiz CF le ganó por instantes la posesión del esférico), en otro balón a la espalda de la defensa, una mala salida de Conan prácticamente la aprovechaba Morales, mas ahí estaba Javi Hernández para eludir el 2-2.
Eso sí, ya antes de irse a la caseta Quique Setién, especialista en mil batallas, procuró al reprendido Iván Alejo. José Mari asistió en su ayuda y Pepe Reina se invitó a la celebración. Tantos minutos de tensión... Así hasta terminar en los vestuarios con Quique Setién y Lolo Bocardo expulsados.
La segunda mitad no pudo comenzar mejor para el Cádiz CF. Machis se sacó un latigazo que tras tocar en el poste se transformó en el 3-1. El venezolano ha vuelto y el cadismo se frota las manos con él.
A pesar de ello, Gerard Moreno y Álex Baena trataban de sostener la esperanza de un Villarreal que se encontraba con Iza atrás y con el infatigable Chris Ramos arriba. Sangre de la tierra para soñar con todo.
Los minutos pasaban en una segunda parte más apacible en la que Maxi Gómez tuvo ciertos minutos y el Cádiz CF supo leer bien el partido y no cometer los fallos de otrora.
La victoria frente al Villarreal es el triunfo de la ilusión por el hecho de que este Cádiz CF apunta alto. Tan alto que su afición se fue haciendo la ola. De momento van 7 puntos.