El Celta consiguió la primera victoria del curso a costa de un Almería que aún no sabe lo que es ganar en un partido desquiciado y lleno de opciones alternativas que resolvió Swedberg para hacer inútil el intento de remontada local, que igualó un 0-2. Desde los primeros acompases del partido quedó patente que tanto Almería como Celta entraron con muchas ansias de conseguir su primer triunfo en Liga. A lo largo de muchos minutos el partido se transformó en un correcalles lleno de imprecisiones y escasas ocasiones.

Poquito a poco el equipo de Rafa Benítez fue consolidando su plan de juego y el gol de Unai Núñez en el ecuador del primer tiempo desvistió todas y cada una de las faltas del Almería. El central aprovechó maravillosamente una falta lateral botada por Iago Aspas entrando solo en el segundo palo para batir con un enorme testarazo a Maximiano. El 0-1 dejó grogui al Almería, circunstancia que aprovechó el Celta para ir a por más.

Pasada la media hora, Iddrisu Baba cometió un fallo infantil y perdió un balón en la frontal del área del Almería. Larsen recogió el cuero y conectó un disparo seco y ceñido al palo para hacer el 0-2 (33’).

El Almería reaccionó inmediatamente cuando se vio con el doble de desventaja en el marcador y tuvo ocasiones mas no acierto ya antes del reposo.

En la segunda parte el Almería sostuvo su activa y fruto de su empuje recortó distancias merced a un gol de Akieme a pase de Melero. En plena crecida local entró Arribas, que solo tardó un minuto en marcar tras una enorme jugada de Ramazani por el costado izquierdo.

Con el 2-2 el partido se volvió ido y pudo caer de cualquier lado. Arribas y Koné desaprovecharon dos manos a manos y Maximiano sacó una enorme mano a Aspas. En el 87’ llegó la estocada final del Celta con un cabezazo de Swedberg a centro de Manu Sánchez para darle al Celta 3 puntos de oro