Goleada de un Atléti que asusta (0-7) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

El Rayo Vallecano comparecía en su partido frente al Atlético de Madrid sin que le hubiesen hecho un solo gol en 180 minutos. Los franjirrojos habían vencido sus dos primeros partidos y no habían encajado. Puesto que bien, el equipo colchonero tardó precisamente dos minutos en hacerle el primero en el derbi disputado en el Estadio de Vallecas.
El primero de muchos, pues el equipo de Simeone había solventado el choque en media hora, con un arsenal ofensivo y una cantidad de recursos que pocos tienen en LaLiga y en Europa. Y acabados los 90 minutos, el Rayo había sido arrollado por uno de los equipos con más potencial y herramientas de LaLiga. Pasmante lo de los de Simeone en la noche de este 28 de agosto. 7 tantos para firmar su mayor victoria a domicilio en LaLiga, de su historia. Increíble.
Si, como se teme el Cholo, no le desarticulan la plantilla en los últimos días del mercado, el Atlético tiene razonamientos para luchar todo a poco que esté afinado como lo estuvo en Vallecas.
 
En la anterior del choque, Simeone había reclamado para su equipo la versión de la segunda una parte del Benito Villamarín, como que los suyos salieran con una marcha alta. “¿Qué precisamos? El ritmo de juego, precisamos jugar con un ritmo alto, desde ahí la jerarquía y el talento que tienen los futbolistas nos va a llevar a hallar lo que queremos”, exponía el preparador.

Y así fue, un Atlético que salió mordiendo y en la primera que tuvo, Memphis soportó el balón hasta el momento en que vio a un De Paul que se asomaba al filo del área. El argentino levantaba la cabeza y veía del otro lado, muy desmarcado, a un Griezmann que solo teína que poner el interior de la bota para mandarla al lado contrario. Primer gol del francés en la presente campaña, el de Macon despertó frente a un contrincante al que ya había torturado en otras 9 ocasiones. Un alivio para el galo.

El Rayo, muy sorprendido por este arranque se tambaleaba en los primeros 5 minutos, y Memphis rozaba el segundo con un pase en profundidad de Saúl, cuyo disparo se estrellaba en Dimitrievski. No era entonces mas sí al cuarto de hora cuando exactamente los mismos protagonistas se volvían a asociar. En un caso así, el ilicitano, al que se le apreciaba cómodo en un campo en el que gozó mucho vistiendo la camiseta el Rayo, se colaba por la izquierda, ponía el balón en el área pequeña, Aridane fallaba al despejar y el balón llegaba para el holandés que solo debía empujarla. Dos guantazos en cuarto de hora.

Segunda diana para Memphis, que vuelve a cargarse de razonamientos en su riña con Morata por acompañar a Griezmann en ataque. Y buenos minutos de Saúl, la apuesta de Simeone para este choque. Nuevamente, el argentino acertó con sus resoluciones. Como lo hizo poniendo a Pablo Distritos de ‘5’. El canterano estaba en todas y cada una de las partes, birlaba, ganaba en carrera a sus contrincantes, aparecía en defensa, en ataque…

Del buen Rayo de las dos primeras jornadas no había ni indicio en el arranque de Vallecas. Ni tan valiente en lo ofensivo ni tan seguro en defensa. A los de Francisco les costó prácticamente media hora sacarse de encima la intensidad colchonera. No aparecían Valentin, ni Isi, ni Trejo, ni De Tomás… Apenas un disparo lejano del argentino.

El Atlético se hallaba con un serio incidente, la lesión de Memphis. El holandés, que ya tuvo muchos inconvenientes físicos en el curso pasado, se debía retirar a los 35 minutos. Alarmante lo de las lesiones del atacante llegado desde el Barça. Del estupor por perder a un hombre esencial, se pasaba a la alegría un minuto después, cuando Distritos birlaba un balón (el Rayo solicitaba falta), se la cedía a un De Paul que hallaba su tradicional conexión de vencedor del planeta en la carrera de un Nahuel Molina que solo debía cruzar bajo las piernas frente a la salida de Dimitrievski.

Con semejante castigo, Francisco movía el banquillo en el reposo. Metía a Pathé Ciss y Nteka para darle más físico a su medular y jugar además de esto con dos delanteros. Había mucho terreno que recobrar frente a un Atlético que salió considerablemente más contemplativo que en la primera mitad. El Rayo no tenía nada que perder y se lanzó con todo a procurar acortar diferencias. El Pacha Espino lo procuraba con un disparo cruzado que se iba fuera, algún disparo desde la frontal de Óscar Valentin… Es verdad que el equipo local metía al Atlético más cerca de su portería de lo que lo había estado en la primera mitad, mas asimismo que no hallaba vías claras para tener ocasiones claras.

Por su lado, el Atlético tenía ciertas ocasiones más, singularmente en las botas de Carrasco, para ampliar aun la cuenta. La segunda mitad dejó un bajonazo lógico en la intensidad de un equipo rojiblanco que fue administrando el beneficio y los minutos hasta el momento en que dio con la tecla. Un toque sutil de Saúl, segunda asistencia de la noche, para el desmarque de un Morata que se plantaba en el área y fusilaba al meta del Rayo.

En el Atlético todos deseaban aprovechar la noche. Correa, asimismo. Todos y cada uno de los delanteros marcaban. El rosarino se aprovechaba de una mala cesión de Dimitrievski y le batía con una preciosa vaselina. El equipo estaba desbocado, Morata ponía el 0-6 a la contra, tras pase en profundidad del propio Angelito. Marcos Llorente aparecía al final para embocar el séptimo. Tremendo.

La parte final del choque servía para poder ver ciertas cuestiones, para poder ver a Lino, a Soyuncu, para darle reposo a un notable Distritos y un sobresaliente Griezmann; o para poder ver unos minutos a Witsel como pivote.

TiroAlpalo