Sencillo triunfo de un buen Barcelona frente a un Getafe más valiente que otras veces. Comprendieron los de Xavi Hernández lo que debían hacer en todos y cada instante del partido, mostrándose sólidos en defensa y superando la avanzada defensa madrileña con buenos pases al espacio y la velocidad de sus puntas. Raphinha, Joao Félix, Frenkie de Jong y Fermín certificaron una victoria sin sufrimiento, algo que ya ni se recordaba en Montjuïc, puesto que no ganaba el F.C. Barcelona un partido por 4 tantos de diferencia o más desde el 19 de septiembre del año pasado.

Cuando juegas contra el Getafe bien sabes que tendrás un partido incómodo. Que sus defensas no te van a obsequiar nada, más bien todo lo opuesto. Los Djené, Alderete, Juan Iglesias, Gastón y compañía, afortunadamente Damián hizo las maletas este mercado de invierno, no te dejarán respirar y te harán todas y cada una de las faltas posibles jugando al máximo del reglamento y probando tu paciencia y la permisividad del árbitro, que debe tener 4 ojos en todos y cada saque de esquina, transformado en poco menos que una guerra. A todo lo sabido, el equipo de José Bordalás ha sumado esta temporada más bravura en el momento de proponer los partidos. Sus hombres defienden más arriba, presionan más la salida de balón y ponen la línea protectora en el centro del campo.

Para superar todas y cada una de las contrariedades que iba a poner el equipo madrileño en un helado Montjuïc, Xavi apostó por la velocidad de Raphinha. El brasileiro volvía a la titularidad dando reposo a Lamine Yamal. Era uno de los 3 cambios en comparación con equipo que empató en Nápoles. Cubarsí dejaba en el banquillo a Iñigo Martínez y Joao Félix tenía una nueva ocasión por la izquierda por un Pedri que terminó exhausto el partido de Champions del pasado miércoles. Y a Xavi le salió bien su apuesta en la primera mitad. Hasta 3 veces se plantó solo Raphinha delante de David Soria superando por velocidad a sus marcadores, primero Djené y después Juan Iglesias. El acierto del brasileño; no obstante, no fue del 100 por ciento . Aprovechó la primera vez que un compañero, en un caso así Koundé, lo dejó en clara ventaja, mas erró en las dos otras ocasiones. La primera definiendo mal y la segunda deseando dar el gol a Joao Félix, mas estando impreciso en el pase.

Fue la mejor forma de superar el planteamiento de Bordalás a lo largo de toda la primera mitad. Con pases largos en profundidad de los centrocampistas para los desmarques al espacio de los atacantes. Asimismo los hizo Joao Félix, si bien rara vez fue visto por sus compañeros. Y cuando lo fue, no llegó a rematar. En defensa, el punto más enclenque del Barcelona esta temporada, bastante calma, con un enorme Cubarsí y Christensen ayudando a cubrir los espacios dejados por Cancelo en sus subidas al ataque.

Exactamente Christensen, tras un susto inicial con un tiro al palo de Luis Milla, fue el enorme protagonista de la jugada del segundo gol del Barcelona. El danés, que cada vez se halla más cómodo jugando como medio centro, no solo ayuda a hacer más consistente el sistema protector, asimismo busca sumarse al ataque. Así solicitó un balón al espacio que Raphinha le dio de primeras tras recibirlo de Gündogan, ganó la línea de fondo y puso un centro medido que aprovechó Joao Félix para empujar a la red,

El gol no cambió nada en el partido, puesto que velozmente llegó el tercero tras otra jugada trenzada por el ataque blaugrana finalizada por un Frenkie de Jong que aprovechaba el encuentro para reivindicarse tras una semana movida en la que criticó a la prensa por charlar de su contrato y en la que su representante viajó a Barna para verse con Deco.