Otra caída más del PSG en Champions (0-1)

El Bayern, con una victoria por la mínima y mucho sobre el verde, profundizó en la crisis de un PSG que prosigue inmerso en su 'via crucis' particular. Si aguardaban curarse los parisinos con las Champions, se confundieron de escenario, y asimismo de contrincante, y terminaron cediendo una hermosa ventaja en casa, que les dificulta la eliminatoria, a pesar del intento de reacción final.
Forzó para llegar, mas Galtier prefirió preservarlo a la espera de sucesos. Mbappé, una de las grandes incógnitas en el once parisino, arrancó el encuentro desde el banquillo. Recaía así en Messi el estrellato, mientras que en el Bayern Kimmich sí aparecía de comienzo.
Las bases de lo que iban a ser esos primeros minutos quedaron claras desde el principio, con Choupo-Moting probando el disparo a los 30 segundos del pitido inicial. Deseaban dominar los germanos, sin hacer concesiones a los locales que corrían tras el balón. Como contestación, el PSG se encerró para eludir inconvenientes confiando todo el trabajo en unas pocas incursiones de Messi y Neymar.
Mas a pesar de la presión alta de los de Nagelsmann, las ocasiones tampoco ponían demasiado en riesgo los dominios de Donnarumma. Una incursión de Musiala, desbaratada por Sergio Ramos, y una peligrosa falta siguiente que Kimmich mandó a las nubes, fueron las más claras en la primera media hora de juego.

Dos llegadas que dieron un extra al Bayern, que se lanzó en una intensa busca del primer gol, obLigando a los parisinos a achicar agua, sin apenas poder salir de su área.

A poco para el reposo, Kimmich tuvo la que fue la más clara, con un balón que cazó en la frontal y mandó con potencia, de forma directa a las manos de un bien puesto Donnarumma. Prácticamente a renglón seguido llegó la ocasión para el PSG con una falta a unos 30 metros de la portería del Bayern. Una ocasión que Messi estrelló en la barrera para dar por zanjada la primera parte.
 
Parecía más entonado el conjunto local tras el pase por vestuarios, mas el mazazo no tardó en llegar. Como en un mal sueño que se repite, el PSG vio como Coman, futbolista criado en su cantera, y que ya marcase en la final de 2020 frente a los parisinos, hacía llegar el primero. Conexión de carrileros. Llegó Davies por la izquierda, levantó la cabeza y vio como su compañero llegaba por el otro lado con la pierna cargada.
Golpe de efecto que provocó el aguardado cambio en el conjunto de Galtier, que se resolvió a dar entrada a Mbappé para regocijo de los apasionados. Mas ni con esas. El Bayern arreció, en busca del segundo, con las llegadas de Musiala y los intentos de Choupo-Moting, que pusieron nuevamente contra las cuerdas a los franceses.

Y mientras que las malas noticias llegaban al Bayern con Coman, que se debía marchar tocado, el Parque de los Príncipes se medraba con una doble ocasión de Neymar y Mbappé. El balón terminó dentro mas la acción había quedado invalidada por fuera de juego del brasileiro. Un toque de atención, que dejaba claro que un destello de los cracks del PSG podía mudar el signo del partido.
 
Quedó más claro poco después, cuando funcionó la conexión entre los dos mismos protagonistas. El balón terminó en la red mas el VAR trazó la línea anulando el tanto por un fuera de juego milimétrico del francés. Se había despertado a la bestia. Jugadón de Nuno Mendes para Messi que remató algo alto. Eran los mejores minutos del PSG, que veía cerca el empate.
El Bayern resistió al PSG. Un importante victoria tanto para la eliminatoria, como para la ética.

TiroAlpalo