Un gol de Brahim pone al Milan con ventaja (1-0)

San Siro volvía a acoger unos octavos de la Champions tras 9 años de espera y el Milan estuvo a la altura. En la actuación más sólida de los últimos tiempos, el cuadro ‘rossonero’ administró el tanto tempranero de Brahim Díaz para anticiparse en la eliminatoria en frente de un Tottenham ineficaz en ataque (1-0). Con Kane cancelado por el marcaje milanista, absolutamente nadie dio un paso al frente. Se el vira trabajo a Conte.
Se medían dos equipos lejos de su mejor versión. El Milan, en plena crisis de juego y resultados. Los ‘spurs’, abonados a la irregularidad. Las bajas fortalecían la inseguridad. Lloris y Maignan, los dos arqueros titulares, estaban lesionados. Comparecían los ‘rossoneri’ sin media espina dorsal por las ausencias Tomori en defensa y Bennacer en la medular. En el Tottenham los inconvenientes se concentraban en la sala de máquinas. Sin Bentancur ni Bissouma, lesionados, ni el sancionado Hojbjerg, Conte dio su primera titularidad a los jóvenes Skipp y Sarr.
El partido se puso pronto de cara para el Milan en una acción apartada. Tras ganarle una disputa aérea a Romero, Theo probó a Forster, que repelió su chut y la réplica de Brahim. A la tercera, con el arquero en el suelo, el malagueño firmó en plancha el 1-0.

Tras el tanto, el Tottenham se apropió de la pelota, mas sin conminar en demasía al equipo de Pioli, bien plantado atrás. A Kane ni se le vio, cancelado por el marcaje de Kjaer, a su vez exonerado por la permisividad del agremiado Scharer. Una política que nutrió la fluidez en el juego y alguna tarascada.

No lo aprovechó el cuadro inglés, que solo percibió a Tatarusanu a balón parado y en las incorporaciones por los carriles de Emerson y Son. Con el avance del crono, los ‘rossoneri’ adelantaron metros impulsados por las conducciones de Theo y a energía del omnipresente Tonali, dueño del centro del campo.

El partido bajó revoluciones tras el receso. Al Milan le iba bien que pasasen pocas cosas y ralentizó el juego frente a un Tottenham apagado. La salida de Richarlison tampoco alteró el paisaje. En verdad, el conjunto italiano estuvo más cerca del gol en dos cabezazos francos y deficientes de Thiaw y De Ketelaere. En el tramo final, a la agobiada, Conte convocó a sus delanteros de forma infuctuosa.

TiroAlpalo