El Dortmund confirmó lo aguardado. Va a ser el enorme contrincante del Sevilla por una plaza en los octavos si se comprende, claro, que el City tiene la suya asegurada salvo sorpresa mayúscula. El equipo alemán no tuvo inconvenientes para superar al Copenhague en el primer encuentro de Champions con apasionados en pie tras 25 años de prohibición por la parte de la UEFA. El Muro Amarillo del Signal Iduna Park ha vuelto y lo ha hecho gozando de su equipo en grande.
A los 20 segundos Zeca estuvo a puntos de abrir el marcador con un disparo lejano que rozó el poste. Fue la única acción peligrosa del Copenhague en la primer parte. Desde ahí, Bellingham y Brandt se ocuparon de manejar el partido. El inglés marcó la pausa y el alemán le agregó el ritmo. El gol borusser parecía estar al caer, mas Modeste se ocupó de rememorar a todo Dortmund que no es Halland. Ni tampoco Haller. El delantero francés estuvo torpe en prácticamente todas sus acciones. Es ramplón en sus movimientos y se mostró patoso en el remate. La sombra de Moukoko, la joya del BVB de 17 años, le avizora. Por el momento, solo ha marcado un gol al Hertha en la Bundesliga y la afición negrimarilla se comienza a intranquilizar.
Otro de los nuevos que debía probar galones era Süle. Hummels le había ganado el puesto en los primeros partidos, mas Terzic le dio frente al Copenhague la ocasión de liderar la defensa. Cumplió sobradamente. Acertó en sus acciones protectoras e inclusive se engalló al ataque. Una galopada suya en campo contrario acabó con una combinación entre Brandt y Reus que el capitán del Dortmund terminó transformando en el 1-0 tras recortar a Khocholava en el área. Unos minutos después, fue Guerreiro el que sorprendió desde atrás a la defensa del equipo danés y anotó el segundo gol tras hacer una pared con Gio Reyna un poco antes del reposo.
La segunda parte nació igual que la primera y medró de igual modo. A los 20 segundos Lerager estuvo a puntito de batir a Meyer, mas el meta alemán, frecuente suplente de Kobel, logró repeler su disparo a quemarropa. Después llegó otro monólogo del Dortmund. Brandt y Reus jugaron a sus anchas. A uno y dos toques para buscar de forma continua el espacio a la espalda de la defensa. Los dos se divertían y se lanzaban sonrisas tras cada ocasión fallada mientras que Modeste se desesperaba por no participar en su juego. Moukoko, que como era de aguardar reemplazó al delantero francés, sí entró en sintonía con los ‘rubios’. Si bien primero incordió a Brandt en lo que era un gol cantando, el joven delantero participó en una combinación al primer toque en el área que acabó transformando Bellingham en el 3-0.
En los minutos finales Falk recortó distancias mas el VAR anuló el gol por un fuera de juego imperceptible para la vista mas sí para la tecnología. Un pequeño detalle que puede ser definitivo, ya que la diferencia de tantos entre Dortmund y Sevilla puede ser terminante para saber qué equipo pasa a octavos. Al Sevilla no le va a ser simple superar la renovada Muralla Amarilla.