El Bayern entierra al muerto (0-3)

Precisaba el Barça dos resultados en esta noche para sostenerse vivo en esta Champions y ni uno ni el otro se han dado, si bien el segundo, la victoria azulgrana contra el Bayern, ya no hubiera servido de nada. Pues, para iniciar, precisaba poco menos que un milagro en Milán. Que el modesto Viktoria Plzen, aún sin puntuar en la competición, evitase el triunfo del Inter en San Siro. Mas la flor de Tenerife o la de Riazor es propiedad exclusiva de Johan Cruyff.
Ya en el reposo, el Inter dominaba por dos a cero y ha acabado marcándole 4 tantos al modesto conjunto checo, así que el Barça ha comenzado a jugar en el Camp Nou ya eliminado por segunda temporada sucesiva en la primera fase de la Champions y viéndose apartado a disputar otra vez la Europa League.
 
Tal vez por esta razón, Xavi ha reservado a algún jugador. No ha forzado a Gavi y ha dado reposo a Eric Garcia, si bien sí ha alineado a un buen número de titulares frecuentes. El partido ya no servía a efectos de clasificación, mas era esencial para confirmar las buenas sensaciones de los dos últimos encuentros ligueros. Asimismo para probar que el Barça puede ser competitivo frente a los grandes de Europa y para terminar con la bestia negra que es el Bayern para los azulgrana, con 5 derrotas en los últimos 5 partidos jugados entre los dos equipos.

Mas nada de eso ha sido capaz de conseguir un Barça que se ha semejado poco a aquel equipo que tan bien jugó en Múnich en la primera parte. El equipo de Xavi, con un Camp Nou entregado pese a la supresión, lo ha intentado, mas ha podido ver revisar que aún le falta para poder competir con los grandes y que la supresión no ha llegado solo por culpa de los fallos ante puerta y de los malos arbitrajes, que asimismo.

El Barça ha tenido considerablemente más posesión de balón, mas se ha visto superado por un Bayern que sabe jugar mucho mejor a lo que desea su adiestrador, que ha estado mejor posicionado sobre el terreno de juego, que por físico ha ganado más duelos, que ha aprovechado prácticamente siempre y en toda circunstancia los fallos del Barça, que defensivamente es un equipo muy trabajado y que sale al contragolpe como pocos. En verdad, han marcado los alemanes dos tantos en dos acciones a la contra. El primero, de Emané, tras percibir un enorme pase en profundidad de Musiala y superar por velocidad a Bellerín. El segundo, de Choupo-Moting, tras otra jugada de contragolpe.
Mientras que los alemanes golpeaban la portería de Ter Stegen y hacían más profunda una herida que ya hace unos años que dura en la Champions y a la que han contribuido con múltiples goleadas, el Barça procuraba llegar a la portería de Ulreich, hoy substituto del lesionado Neuer, con un Dembélé completamente impredecible. Capaz de regatera a 3 contrincantes, mas escogiendo prácticamente siempre y en toda circunstancia mal cerca del área. Lewandowski, por su lado, como ya la pasó en el partido de ida, ha estado realmente bien marcado por los que fueron sus compañeros, singularmente por Upamecano. El polaco, no obstante, ha sido objeto de penalti en el último minuto de la primera mitad. Un tanto de esperanza para terminar con mejor cara la Champions en el Camp Nou. El inglés Anthony Taylor ha decidido corregir su resolución tras preguntar el VAR frente al enfado de jugadores, técnicos y apasionados.
 
La segunda parte ha tenido poca historia. Un gol cancelado a Gnabry por centímetros, la estocada de Pavard en tiempo de descuento y el Barça jugando con corazón, mas sin ideas ni cabeza, siendo inútil de rematar entre los 3 palos en todo el partido y despidiéndose de la Champions contra un Bayern que suma 6 victorias sucesivas contra el equipo azulgrana y que se ha asegurado la primera plaza del conjunto.
El Barça va a deber regresar al purgatorio de la Europa League y olvidar pronto el descalabro continental para centrarse en ganar los títulos que aún quedan por disputarse.

TiroAlpalo