El gran favorito ya está en la final (7-6, 7-6)

Novak Djokovic, 35 años y nº 8 mundial, vuelve a flirtear con la historia del tenis. Un cazador de récords, va a tener dos a su alcance este domingo, a las 7 de la tarde. Disputará su octava final en las ATP Finals contra el noruego Casper Ruud, el mejor de la semifinal de la noche arrollando al ruso Andrey Rublev 6-2 y 6-4 en poco más de una hora.

El serbio se impuso al novato estadounidense Taylor Fritz, 25 años y nº 9, el substituto del lesionado Carlos Alcaraz, por 7-6 (7-5) y 7-6 (8-6) en 1h.54' de juego en el Zapa Alpitour de Turín.

"No me sentía bien, mas he encontrado mi tenis en el instante justo", explicó 'Nole' a los apasionados con el pase a su octava final en unas ATP Finals atado. Acusó las 3 horas y cuarto que consumió el día precedente para batir a Daniil Medvedev, cuando no lo precisaba pues el cruce con el descansado Fritz ya era seguro.

Mas Djokovic es competitivo, siempre y en todo momento desea más, y con experiencia y ese don de los grandes para encontrar un recurso más en los puntos clave subsistió y se sostuvo en la carrera por un pleno histórico.

El único invicto del campeonato, aspira al mayor premio económico concedido por la ATP, un talón de 4.740.300 dólares estadounidenses, 4 'kilos' y medio en euros. Y, sobre todo, vuelve a tener la ocasión de igualar los 6 títulos del suizo Roger Federer. La cuenta del pentacampeón balcánico se frenó en 2015, tras haber dominado en 2008 y de 2012 a 2015. Vuelve a tener una ocasión, de oro si el físico le responde y teniendo presente que delante va a tener a un principiante en final.

La veteranía de Djokovic supuso un aliado valiosísimo frente al más inexperto Fritz, que cometió muchos fallos en un principios de excesivos nervios. Dejó el encuentro con más de 30 no forzados, si bien el serbio asimismo fue pródigo en fallos con 20. Si lo del americano era tensión, en el europeo había plomo en las piernas, mucho desgaste.

'Nole' aprovechó las dudas extrañas para ponerse 3-2 y saque, mas no soportó el 'break' por el hecho de que efectuó un juego espantoso (3-3). Una situación reveladora de los déficits de uno y otro. Frente al todo o nada de un 'tiebreak', el nivel subió. Sin disculpas, se emplearon a fondo. Decidió la maestría de Djokovic cuando se anda sobre el filo de la navaja. Experiencia, ADN de crack.

Los elementos que le dejaron recobrar terreno en una segunda manga en la que entregó de entrada el saque. Medró Fritz con el saque (15 aces), mas llegó la hora de sentenciar esa mejora, y no lo hizo con 5-4. Es cierto que un espectador chilló ya antes de tiempo, ayudando a que un simple revés paralelo muriera en la red, dando bola de 'break' a Djokovic, mas el de Norteamérica pecó de novato no teniendo templanza. Y después cedió en el punto de ruptura frente a un espléndido contrincante, que con la pelota en juego, en intercambios, estuvo exultante en los 3, 4, puntos determinantes.

Una situación que se repitió cuando Djokovic mandó mansamente un revés a la red con punto de 'match' jugado con saque. No se alteró 'Nole'. Especialista, con mil batallas a cuestas, ahora hizo saque y derecha sin dejar botar la bola para fabricarse un segundo punto de match. Fritz no encontró el 'ace', debió jugar y terminó tirando un drive fuera. Para determinado alivio de un Djokovic muy al máximo físicamente, mas con la cabeza y la magia bien aceitadas.

TiroAlpalo