Victoria de Bagnaia y su Ducati en Mugello

Diez minutos duró la sorpresa. Con 3 novatos liderando la parrilla, Pecco Bagnaia, que partía quinto, tomó el liderato a 15 vueltas del final tras imponer su superioridad en la recta de meta, donde los contrincantes fueron cayendo como moscas. El conduzco de Turín, superior en ritmo a lo largo de toda la carrera, ha sellado este sábado en Mugello su segunda victoria del año tras la conseguida en Jerez hace un mes. Por detrás, Fabio Quartararo, ganador en el circuito italiano el año pasado, llegó segundo y Aleix Espargaró, regular como jamás, completó el último cajón del pódium.

Bagnaia, de 25 años, halla la dicha en la soledad del liderazgo. Allá, sin contrincantes por delante y con la pista libre cara el horizonte, el conduzco de Ducati empuja a las agujas del reloj para dominar el tiempo. Una vuelta. Y otra. Y otra. Y así hasta meta, sin miramientos.

Detrás, el aún líder del mundial, Quartararo, padeció desde el comienzo con la Yamaha, más lenta que el resto de motocicletas, y se vio obLigado a buscar ventajas en el incesante balanceo de Mugello —hasta 5 chicanes—, uno de los circuitos más técnicos del torneo. A su celebración se sumaron los rookies del Mooney, el equipo de Valentino Rossi, ganador en Mugello en 9 ocasiones. El primero, Bezzecchi, cumplía este domingo 100 grandes premios en el Mundial sin nada que perder; el segundo, Marini, hermano de Rossi, perdía hasta diez quilómetros por hora en las rectas por su gran extensión —1,90 metros—, mas lo compensaba, hasta donde podía, con la valiente insensatez que lleva en la sangre. Al final, con dignidad y cabeza alta, acabaron quinto y sexto.

Enea Bastianini, ganador de 3 carreras este año, se fue al suelo en el intento de remontar y Aleix Espargaró, que salía séptimo, remontó hasta la tercera plaza. El conduzco catalán de Aprilia sigue en ráfaga y, mostrando un ritmo nuevo hasta esta temporada —llegó a meditar en dejarlo, frustrado por los resultados—, ha encontrado su lugar en la categoría reina. “Estoy muy contento”, afirmó en el paddock tras la conclusión.

Marc Márquez, undécimo en la parrilla tras una clasificación difícil —una más—, estiraba como podía ya antes que comenzase la carrera. El conduzco de Cervera, incómodo, anunció este sábado de forma repentina que abandonaba el Mundial para operarse del húmero por cuarta vez. En su última carrera hasta nuevo aviso, el ‘93′ se sobrepuso al dolor y acabó décimo, a solo diez segundos de Bagnaia, campeón de la prueba. Ahora, tras una temporada lejos de las situaciones a las que habitúa, Márquez va a viajar a USA para ser intervenido por el doctor Joaquín Sánchez Sotelo.

Por detrás, en un fin de semana para olvidar, las Suzuki de Joan Mir y Álex Rins se fueron al suelo ya antes de tiempo. La marca nipona, que abandonará el Mundial de Motocicleta GP cuando concluya el año, no ha dejado buenas sensaciones desde el anuncio.

Con todo, en el pódium de Mugello volvió a resonar el Fratelli d’Italia en honor al vencedor: Siam pronti allá morte, siam pronti allá morte (Estamos listo para fallecer). En el autódromo toscano, propiedad de Ferrari desde la construcción, en 1974, Bagnaia descorchó el champán y Fabio Quartararo, sonriente como siempre y en todo momento, consolidó su liderato en el Mundial: 8 puntos más que Espargaró, 28 más que Bastianini y 41 más que Bagnaia. La próxima cita no espera: el último día de la semana que viene, en el GP de Cataluña. de semana, del mismo modo que se hizo con Jorge Lorenzo en Jerez. Además de esto, el certamen retirará el número '46' de MotoGP, en un acontecimiento que va a contar con la presencia en riguroso directo de Valentino Rossi.

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