Inglaterra y Alemania recobraron las buenas sensaciones para encarar el tramo final de la preparación para el Mundial de futbol de Qatar, tras firmar este lunes un empate (3-3) en Wembley, en un choque vibrante en el que locales y visitantes, tras una gris primera parte, se desinhibieron en la segunda mitad.

Conscientes, tras los últimos malos resultados, de que un nuevo tropiezo podría enrarecer el entorno a menos de un par de meses para el comienzo del Mundial de Qatar, tanto Inglaterra como Alemania encararon el duelo pensando más en disminuir al mínimo los fallos que en buscar la portería contrincante.

Mas si el conjunto germano se defendió acaparando el balón, como probó el más del 60 por ciento de posesión que amontonaban los de Hans-Dieter Flick superado el ecuador de la primera mitad, el equipo inglés no vaciló en resguardarse refugiándose en las proximidades de su área en espera de poder asombrar al contragolpe.

Un planteamiento que a punto estuvo de salirle bien a los de Gareth Southgate a los 25 minutos de juego en una galopada de Sterling tras un fenomenal pase en largo de Luke Shaw.

No obstante, toda la calidad y precisión que el nuevo delantero del Chelsea probó en el soberbio regate con el que se deshizo del central alemán Nico Schlotterbeck le faltó en la definición, tras ver como el portero Marc-André Ter Stegen evitaba el tanto con una espléndida intervención.

Una ocasión que pareció animar claramente a Inglaterra, que hasta ese momento había pasado inadvertida en ataque, que firmó en los próximos minutos dos peligrosas aproximaciones.

Mas si a Phil Foden la faltó precisión para conectar el área con Harry Kane tras una bonita combinación del equipo inglés, al delantero del Tottenhamcareció del acierto preciso para mandar a las redes un remate de volea al salir de un córner.

Ocasiones a la que Alemania consiguió contestar en el tiempo de prolongación de la primera mitad con un disparo desde fuera del área del centrocampista Joshua Kimmich que se fue rozando el poste.

Un anticipo de lo que ocurrió a los 5 minutos de la segunda mitad cuando Alemania se adelantó en el marcador (0-1) con un gol de penalti de Ilkay Gündogan, tras una jugada que dejó al descubierto todas y cada una de las faltas del central inglés Harry Maguire.

El defensor del Manchester United tras obsequiar el esférico en la salida del balón a Jamal Musiala derruyó dentro del área al atacante alemán con una clara patada, que a pesar de pasar inadvertida en primera instancia para el agremiado, no pasó desapercibida para el VAR.

Un marcador que forzó a Inglaterra a adelantar sus líneas en busca del empate, lo que dejó a Alemania disfrutar de los espacios precisos para explotar la velocidad de jugadores como Musiala o Timo Werner, que reemplazó a Jonas Hofmann tras el reposo.

Espacios que no desperdició Alemania para plegar el marcador a los 67 minutos en una contra propiciada por una pérdida de Maguire que se ocupó de acabar Kai Havertz con un fenomenal disparo desde fuera del área que significó el 0-2.

No obstante, cuando todo parecía más conveniente para el conjunto germano llegó la reacción de Inglaterra, un equipo que no había anotado ni un solo tanto en sus 3 últimos partidos, que precisó apenas 3 minutos para igualar el marcador.

El tiempo que transcurrió entre el gol del lateral Luke Shaw, que firmó a los 72 minutos el 1-2 al rematar un centro de Declan Rice, y el tanto de Mason Mount, que firmó en el 75 el 2-2 al solucionar con un espléndido remate de primeras una acción de Bukayo Saka.

Dos tantos que avivaron la ambición del conjunto inglés que acabó la remontada a falta de 7 minutos para la conclusión, merced a un gol de penalti de Harry Kane, que estableció el 3-2 al convertir una pena máxima cometida por Nico Schlotterbeck sobre Jude Bellingham.

Una muestra de carácter del conjunto inglés, que quedó ensombrecida por el fallo del portero Nick Pope, que favoreció en el minuto 87 el gol del empate (3-3) del conjunto alemán, al dejar fallecido un balón a los pies de Kai Havertz tras un remate lejano de Serge Gnabry.

Aún pudo moverse el marcador aún más, mas Marc-André Ter Stegen privó del gol de la victoria a los 90 minutos a Saka con una fenomenal parada, que sentenció el terminante 3-3, que deja encarar a Inglaterra y Alemania con mejores sensaciones el próximo Mundial.