La selección de España de futbol ha conquistado la Nations League en Sevilla al ganar con claridad a Francia por 2-0, con tantos de Aitana Bonmatí, MVP de la final, y de Mariona Caldentey, en un enorme partido del equipo de Montse Tomé. España dominó el choque de principio a fin y anuló por completo el juego de Francia, que no había perdido un solo partido hasta el momento en todo el campeonato.
La selección fue un muro en defensa y supo acotar en ataque para exender su amorío con el futbol, solo 6 meses tras conquistar el Mundial en Sidney. Tras unos meses muy difíciles, la selección de España vuelve a levantar un título, el segundo de su historia, y con la meta cumplido de lograr la clasificación de los JJ. OO., a los que van a llegar como el contrincante a batir. De esta forma, España se ha transformado en la primera ganadora de esta competición.
España no había ganado jamás a Francia en los 13 enfrentamientos anteriores, mas este equipo se ha empeñado en romper con su pasado y ha vuelto a tocar el cielo con un partido fantástico, en el que mostró su poder desde el principio. Su vehemente arranque descolocó a una Francia que no sabía como contrarrestar a su contrincante. Si bien a las nuestras les costaba hacer daño por las bandas, los movimientos de Aitana Bonmatí sí rasguñaban la retaguardia gala.
A los 25 minutos, Irene Paredes tuvo la primera gran ocasión de España con un cabezazo en el saque de un córner, un temtempié de lo que iba a venir. 5 minutos después, Olga Carmona halló a Aitana dentro el área y la mejor jugadora del planeta mandó el balón a la red desde el punto de penalti (1-0).
Francia no respondió al primer golpe y recibió el segundo en la reanudación, tras una tímida reacción 'bleu' a la vuelta de vestuarios. Esta vez fue Athenea la que asistió a Mariona Caldentey para hacer el segundo de la tarde. Un 2-0 que aproximaba a España a su objetivo.
Aún quedaba mucho por delante, mas España sostuvo a raya a una Francia turbia, que en sus escasos acercamientos se halló con una muy segura Cata Coll. Así, España navegó hasta el fin del partido entre los "olés" del público hispalense, que batió el récord de asistencia a un partido de España en nuestro territorio, con 32.657 espectadores. Un éxito más de una selección inigualable que transforma en oro todo cuanto toca.