Dinamarca - Croacia (0-1)

Desde el momento en que Eriksen cayó desplomado sobre el césped del Parken Stadion por un paro cardiaco en un partido que encaraba a Dinamarca con Finlandia, pertinente a la fase de conjuntos de la última Eurocopa. Aquello podía suponerse como un mazazo para la selección danesa, que, lejos de resentirse tras perder a su gran estrella, vive uno de los instantes más dulces de su historia futbolística.

En el trascurso del año vigente, los daneses consiguieron llegar a las semifinales de la EURO, clasificarse para el Mundial con 9 victorias en diez partidos y son líderes de su conjunto de la Nations League, en la que aspiran a meterse en la Final Four en un conjunto en el que están las dos últimas finalistas del Mundial, Francia y Croacia. Para llenar la celebración, exactamente el mismo Eriksen volvió al jugar cuando todo parecía apuntar lo opuesto y el día de ayer pudo gozar del futbol al lado de sus compañeros en exactamente el mismo estadio del que salió en una ambulancia hace prácticamente un año.

Había sobrados motivos para tomarse el partido como una celebración y Dinamarca correspondió a las circunstancias tratando el encuentro ante Croacia tal y como si de una final se tratara, con un estadio a rebosar y con su once de gala. No así la subcampeona del planeta, que dejó en el banquillo a Modric, Kovacic, Caleta-Car, Brekalo y Budimir, entre otros muchos. Viendo el cartel, no extrañó que la selección danesa dominara el partido a lo largo de toda la primera parte, encerrando al conjunto de Dalic en su campo. Con una presión alta, Dinamarca pudo anticiparse a través de Skov Olsen, Eriksen, Cornelius y Daamsgard mas solo el remate de este último halló portería. Y asimismo a Livakovic, que evitó el tanto.

Dalic entendió en la segunda tiempo que las cosas no estaban para prescindir más tiempo de Modric y el madridista entró tras el reposo. El partido fue otro. Las tornas se invirtieron y fue Croacia la que comenzó a dominar. Todo cuanto ocurría sobre el césped pasaba por el jugador croata, que participó en la jugada del gol de su selección, cuando atrajo a múltiples defensores en el lateral del área, lo que facilitó que Kramaric pudiese centrar libre de marca y Pasalic acabase rematando el balón a la red con el pie al filo del área pequeña.

El 0-1 hizo reaccionar a una Dinamarca que salió dormida tras el reposo. Braithwaite, que entró en la segunda parte, le dio la verticalidad perdida al conjunto de Hjumland, y en los minutos finales, tanto Livakovic como el VAR, que anuló un gol por fuera de juego de Wind, evitaron el empate. Al final, fue Modric y no Eriksen quien gozó de la enorme celebración en el Parken Stadion.

TiroAlpalo