Mirandés - Málaga (1-3)

Al fin llegó la ansiada primera victoria del torneo. Fue a la tercera jornada, y no fue fácil. Hubo que padecer, puesto que el marcador bien dicta lo opuesto a lo que se vivió en el terreno de juego. Fue definitiva la puntería de un Málaga que marcó 3, mas pudo hacer mínimo dos más. Asimismo los pudo encajar, si bien, afortunadamente, la eficiencia del Mirandés destacó porque no estuvo. Los tantos de Javi Jiménez, Rubén Castro y Fran Sol dan 3 puntos de oro a los boquerones. Ungüento de oxígeno para un equipo que libera tensiones y presión. Gana más que 3 puntos, confianza y ética para los próximos encuentros.

Salía el Málaga a Anduva con la necesidad de "gustar". Fue la palabra con la que definió Bustinza, baja por molestias, al motivo de la ansiedad y pequeña crisis blanquiazul. No era gustar lo que debía hacer frente al Mirandés, sino más bien ganar. Con un juego aproximadamente vistoso. Aproximadamente contundente, mas la emergencia de los puntos era evidente. Asimismo para los locales, que llegaban a la cita sin haber sumado los primeros 3 puntos de la época.

Decidió Pablo Guede alinear a un equipo más protector, con más contundencia en el centro del campo. Se repitió exactamente el mismo patrón que las dos jornadas inaugurales, cambio en los dos laterales. Entraron Juanfran y Javi Jiménez, cada uno de ellos en su lugar natural, con la pareja de centrales formada por Juande y Ramalho. Buscando más firmeza protectora, asistió al rombo en el medio con Escassi, Genaro en el medio, y Febas y Gallar como interiores. En la punta de lanza, Rubén Castro y Fran Sol. Un once, sobre el papel, de garantías para superar al Mirandés.

No se habían sentado los apasionados. Aun los propios jugadores del Mirandés ni estaban en tensión. En el saque inicial, en 3 toques entre Gallar, Fran Sol y Febas, el ex mallorquinista se plantó en frente de la portería de Ramón. Procuró la vaselina con los blanquiazules cantando gol, mas se fue desviado. 12 segundos y ya había sobre aviso el Málaga.

No tardó en compensar el encuentro el Mirandés con veloces transiciones ofensivas y múltiples saques de esquina con riesgo. Nuevamente la tuvo Rubén Castro tras centro de Juanfran Moreno. El canario, a media vuelta, no acabó de conectar bien con el disparo. El gol proseguía resistiéndose a llegar.

No obstante, la mala nueva le llegó al Málaga en forma de lesión. Una más. Una más de un central. Fue Ramalho en que se resintió del isquiotibial de su pierna izquierda tras un esmero en un esprint largo. En su sitio entraba Luis Muñoz, que pasaría al centro del campo; el central, para Genaro.

Aunque picaban los andaluces en disparos lejanos sorprendiendo a la defensa contrincante, asimismo hacía daño el Mirandés al espacio a la espalda de Juanfran Moreno y Javi Jiménez. Mucho remate, poco gol. Eso sí, el ritmo era furioso. Había rematado 6 veces el Málaga. Gallar, escorado en el aérea, lanzó sobre los palos para desesperación de Guede.

Las ocasiones llegaban -ciertas claras- mas el gol no. Fue en el descuento de la primera mitad cuando llegó el desvarío de los boquerones. Tras un hurto en el centro del campo, un veloz contragolpe bien dirigido halló en el área a Fran Sol. Con todo el tiempo para rematar, mandó su disparo a las piernas de un defensor, afortunadamente, el rebote cayó en Javi Jiménez que, tras un disparo ortodoxo, logró poner el primero. La celebración fue un resumen de toda la tensión liberada en los jugadores. Por fin. A la tercera jornada llegó el ansiado estreno del gol. A continuación, López Toca apuntó el final del primer tiempo.

Empezó con una marcha más el Málaga en la segunda mitad. Planteando y agitando el encuentro. En una cabalgada desde la banda derecha, Juanfran Morano golpeó cruzado, su disparo, mala fortuna, salió repelido por el palo. Anduva enmudecía. Lo haría minutos después, mas con más razón a raíz de la conexión Gallar - Rubén Castro. En '11' puso un esférico genial a balón parado al pie del tiburón. Con toda la calidad del planeta, un toquecito sirvió para superar a Ramón y poner el segundo. Estrena su cuenta el pistolero. 0-2 en Anduva. La 'Guedeneta' salía de forma exitosa del taller con síntomas de buen funcionamiento.

Y es que con el viento a favor es más simple lucir las virtudes. Liberados de esa atadura sicológica que anudaba al equipo, empezaron los futbolistas de más talento a conjuntar. Mas el Málaga estaba presto a padecer innecesariamente. Cometió Genaro una pena máxima de infantiles tras procurar adelantarse en un sitio sin riesgo alguno. Raúl García, canterano del Real Betis, acertó para recortar distancias. 1-2 y cerca de 20 minutos por delante.

Mas hoy, en contraste a las dos jornadas precedentes, sonreía la eficiencia. O la calidad. En una contra, Álex Gallar frotó la lámpara, y cuando esto sucede... Todo son buenas noticias. Filtró un balón delicioso que aprovechó -y de qué forma- Fran Sol poniendo el tercero y el primero en su cuenta particular. De Gallar, poco que incorporar, dos asistencias en su casillero. Desde ahí, el Mirandés tiró la toalla frente a la pegada del Málaga. Victoria balsámica para desvanecer dudas y ocupar de ética y confianza al vestuario.

TiroAlpalo