El Lugo se rencontró consigo y el Leganés aún prosigue buscándose. Ese podría ser el resumen de un partido que discurrió entre el vigor de los locales y la impotencia de los pepineros, que desearon supervisar el partido mas cedieron frente al empuje de los de Hernán Pérez. Hubo tiempo para todo, aun a fin de que El Hacen comenzase por tercera vez con el Lugo, un caso prácticamente único, y asimismo lo hiciera Jesús Fernández y como titular, central canterano con hechuras que cumplió de sobra.

El partido empezó con dominio del Leganés, mas el gas le duró una cuarta parte de hora hasta el momento en que el Lugo apretó en la medular. A los pepineros les falta claridad arriba y toda vez que pasaba de 3 cuartos de campo se le bajaba la persiana al paso que los albivermellos, más verticales, precisaban menos preparación para acercarse al área de Dani Jiménez. Al Lugo no le resulta interesante la creación sino más bien ahogar arriba al contrincante, y esta vez le salía bien. Tuvo un buen remate de cabeza Ramos, al cuarto de hora, y Manu Barreiro desaprovecho un balón en área pequeña. El Lugo jugaba sus mejores minutos de la época y el gol cayó de maduro en el momento en que una combinación entre Loureiro y Cuéllar acabo en un centró del boliviano que remachó a gol Señé. Deseó reaccionar el Leganés, en especial en un remate a quemarropa de Qasmi que repelió, enorme, Whalley. Desearon los pepineros embotellar al Lugo, mas los de casa soportaron bien hasta el reposo.

En la segunda parte el Leganés salió de la caseta deseando revertir la situación de la primera, presionando más arriba al Lugo y siendo, sobre todo, más vertical. Mas la primera ocasión clara fue para el Lugo, en un balón filtrado que Chris Ramos remató fuera. Con todo, el Leganés iba poquito a poco haciéndose con el control y hundiendo al Lugo, que apreciaba como iba faltando lozanía física. Arnaiz la tuvo para empatar, mas sacó fuera un remate que parecía gol. Hubo arreón final de los de Idiazkez, mas la muralla lugués ya no dejó pasar una. Al final, victoria local que aclara ideas e insufla ética al paso que el Leganés, con 3 derrotas en las 3 primeras jornadas, entra en su primera crisis, y lo hace demasiado pronto.