El Albacete Balompié venció a domicilio a la UD Las Palmas en una demostración de personalidad y osadía (1-2), encontrando las debilidades del hasta hoy líder de LaLiga SmartBank, al que solo sostuvo en el partido una jugada 'maradoniana' de Alberto Moleiro transformada por Pejiño.

El conjunto manchego tuvo una notable escenificación, con un 5-2-3 en el que se mostró valiente mas, sobre todo, muy atinado para superar la presión adelantada de su contrincante, lo que le dejó gozar de espacio para llegar con riesgo al área local.

Así fue como halló el gol, justo una vez que Dubasin y Manu Fuster excusasen una clara ocasión en exactamente la misma jugada, siendo detenidos sus disparos por los cruces de Coco y Álex Suárez.

Fue un primer aviso sin premio, mas el segundo sí tuvo recompensa, tras otro balón recuperado en campo contrincante y preciso pase de Maikel Mesa a Manu Fuster, quien enganchó un zurdazo raso en el área que se coló en la portería tras dar en el palo.

El gol fue concedido tras revisión en el VAR, pues en un inicio el árbitro lo había invalidado por un fuera de juego del extremo que la tecnología se ocupó de probar que no existía.

Las Palmas, nuevamente con un muro delante, abusó de los disparos desde fuera del área. Lo procuraron Pejiño, Mfulu, Moleiro e inclusive Sidnei, todos ellos sin puntería, mas su ocasión más clara la salvó Bernabé ante Óscar Clemente, tras una falta sacada en corto por Pejiño en un enorme distraiga de la zaga manchega.

Tras el reposo, García Pimienta sacó a Vitolo, mas en su primer intento de jugada volvió a recaer de sus infinitos inconvenientes musculares, y el futbolista salió del campo llorando.

El golpe anímico lo superó enseguida la Unión Deportiva con una enorme conducción individual de Moleiro, en la que suprimió a 5 contrincantes sin que ninguno lo interceptase, para ceder por último a Pejiño, cuyo disparo cruzado con la zurda fue un pase a la red.

Con el empate, el partido se fracturó pues el gol recibido ni descompuso ni acobardó a un Albacete con enorme personalidad, y por instantes el choque se transformó en un intercambio de golpes.

Bernabé salvó a su equipo en el minuto 76 con una enorme parada en un obús de Enrique Clemente, y en el área contraria, tras una pérdida de balón de Eric Curbelo en el centro del campo, Saúl Coco arrolló a Higinio en un incontrovertible penalti.

La pena máxima la lanzó el examarillo Maikel Mesa y Álex Domínguez repelió su disparo y asimismo el segundo intento del tinerfeño, mas Higinio, acompañando la acción, cabeceó el balón a la red, un mazazo para el que ya no tuvo contestación el equipo amarillo, que cede el primer puesto de la clasificación al Eibar.