Sandro Ramírez rompe el liderato del Eibar (0-1) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

El Eibar tenía la pista de despegue lista para emprender su vuelo a solas, mas se estampó de lleno frente a una UD Las Palmas que supo aprovechar un grave fallo en el momento de proteger una falta en la frontal del área para cortarle las alas en la única ocasión de la que dispuso en todo el partido. Mas si ya resultó duro el golpe que supuso el gol que Sandro coló por el medio de una barrera que prácticamente mejor que no se hubiese puesto.

Fue más doloroso aún ver la incapacidad del equipo blaugrana para reaccionar cuando le quedaba casi toda la segunda mitad para, por lo menos, conseguir un empate que le habría tolerado proseguir en lo alto de la tabla con dos puntos de renta sobre el Granada y el Levante, y sostener a los canarios a dos puntos más el golaveraje a favor.

En vez de eso, ahora la agobiada afición blaugrana ve de qué manera su equipo entrega el liderato a la escuadra canaria, y se apresta a vivir un final de temporada presa de los nervios, con dos partidos a disputar fuera frente al Racing y en la última jornada en la casa del Huesca, y un duelo de máxima tensión frente al Sporting en un par de semanas.

Con todo, lo más alarmante, aún con su estadio a rebosar volcado en empujarle cara un triunfo que le habría metido medio ascenso en el bolsillo, es la sensación de impotencia que trasladaron los de Garitano, a los que se les ha olvidado ganar desde el instante en que protagonizaron una épica remontada frente al Mirandés que ahora queda prácticamente como una anécdota.

Y eso que, una vez que la jornada arrancara con los resultados que más le favorecían, daba la sensación de que futbol estaba presto a devolverle lo que dejó escapar de forma tan traumática en la última jornada del pasado torneo en Alcorcón.

El plantel se había encargado de trasmitir durante la semana que estaban mentalizados y dispuestos para dar el salto terminante que les lanzase a solas cara el cielo. El propio capitán se ocupó de convocar a todos los seguidores a que asistieran a Ipurua para batallar juntos por un triunfo que debía llegar sí o sí. Y, como siempre y en todo momento, la afición respondió. Mas el equipo no lo hizo, pues sencillamente no pudo.

Pues procurarlo lo procuró de todas y cada una de las formas posibles, ya que desde exactamente el mismo pitido inicial procuró la portería contrincante a través de centros laterales, como el que Bautista remató con la punta de la bota sin darse cuenta de que Quique González, la única novedad de la alineación, llegaba en mejor situación desde atrás para empujar el buen servicio de un esmerado Corpas.

Ahogado frente a la intensa presión adelantada de los armeros, los 'pío pío' no piaban. En verdad, no se les veía ni capaces de hacer cosquillas, debido en buena medida a que Jonathan Viese, sobre el que su técnico había cargado toda la responsabilidad, arrastraba unos inconvenientes físicos que le llevaron a tener que ser reemplazado ya antes del reposo. No se podía solicitar más.

Mas, curiosamente, la marcha del centrocampista canario cambió el rostro de su equipo y solamente empezar el segundo periodo, Venancio se vio obLigado a derruir a Sandro en la frontal del área para eludir que se internara. El antídoto fue peor que la enfermedad, pues el delantero amarillo aprovechó que la barrera se abrió de par en par para entregarle la portería.

Con prisas y a lo desquiciado, el Eibar puso el resto de la carne que tenía en el asador para eludir que el desastre se consumase, mas cuando ya se cantaba el gol de Javi Muñoz, el meta Vales sí que desplegó sus alas para pararlo.

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