Albacete Balompié y Real Zaragoza empataron a cero en un desganado partido en el que no pasó nada. Duelo sin ocasiones, sin futbol y sin nada que valga la pena. Mala imagen de un Albacete que como única cosa positiva podemos destacar que volvió a dejar su puerta a cero.
Día muy futbolero este 6 de diciembre pese a ser martes y si primero fue la Selección De España en el Mundial de Catar, desde las 21.00 horas el balón echó a rodar en el Carlos Belmonte para medir a dos equipos como el Albacete Balompié y el Real Zaragoza que llegaban a la cita con la imperiosa necesidad de ganar para, revertir la mala ráfaga de las últimas jornadas unos y escalar situaciones en la tabla más acordes con lo que cuesta su plantilla otros.
Así y sin prácticamente tiempo para lamerse las heridas tras el duro castigo recibido el pasado sábado en Miranda de Ebro, el Albacete Balompié volvía a la competición y lo hacía envuelto en un halo de dudas tras haberse transformado su defensa en un coladero en las últimas comparecencias ligueras y haber dejado de ser el equipo que probó ser en el comienzo del torneo.
Tras la mala imagen dada en Anduva donde Rubén Albés tuvo un ataque de adiestrador, el gallego corrigió este martes y salvo las ausencias obligadas de Boyomo por sanción y Riki por lesión, el ex del Lugo apostó por el once que mejores resultados había ofrecido hasta la data.
Con 4 cambios respecto a la semana pasada, Bernabé Barragán estuvo bajo palos; Álvaro Rodríguez en el lateral derecho, Julio Alonso en el izquierdo y Momo Djetei y Cristian Glauder en el centro de la defensa; el doble pivote fue para Lander Olaetxea en la destrucción y Fran Álvarez en la creación, estando acompañados por los flancos para conformar la línea de 4 del centro del campo de Maikel Mesa en el extremo diestro y Manu Fuster en el siniestro; arriba, en punta de lanza y con la responsabilidad del gol sobre sus hombros, Higinio Marín y Jonathan Dubasin fueron los escogidos.
Así, entraron al once Bernabé, Julio Alonso, Fran Álvarez y Dubasin, y se cayeron del mismo Riki por lesión y Juan María Alcedo, Juanma García y Diego Altube por resolución técnica. Al lado de estos 3 últimos, empezaron el partido en el banquillo y aguardando una ocasión desde la suplencia Dani González, Andy Kawaya, Sergi Maestre, Emmanuelle Attipoe, Rubén Martínez, Juan Antonio Ros, Tomas Reymao y Javi Martínez.
En lo que al contrincante se refirió, Fran Escrivá presentó un once con 7 novedades respecto al del fin de semana pasado en La Romareda frente al Ibiza y estuvo compuesto por Álvaro Ratón en portería; Larra, Francés, Jair y Gabi en defensa; Francho, Manu Molina, Zapater y el ex albacetista Eugeni Valderrama en el centro del campo.
Puntual, a la hora fijada el balón echó a rodar y desde el pitido inicial el esférico fue maño y la posesión cayó completamente del lado del Real Zaragoza, siendo el Albacete inútil de hurtarle la pelota a los de Fran Escrivá y, las raras veces que lo hacía, la presencia en los pies de los jugadores albacetistas era fugaz.
Sin balón, el Alba no estaba nada cómodo y si bien sí que es verdad que no padecía en demasía en defensa y llegados al minuto 10 Bernabé aún era un espectador de gran lujo, el Real Zaragoza hacía sobre el verde del Carlos Belmonte prácticamente lo que le daba la gana y era dueño y señor de todo cuanto pasaba sobre el tapete de la Avenida de España.
Corría el minuto 13 y en una aproximación apartada del cuadro blanco al área del Zaragoza las dudas y los nervios cambiaron de bando y Álvaro Ratón salió a por uvas, cayendo por último el balón a un Fran Álvarez que desde la media luna del área probó fortuna con un buen disparo que si no fue gol fue por la mano salvadora de Ratón, que esta vez sí y para desgracia del mediocentro de Socovos y del Albacete, anduvo muy atinado bajo palos.
Dos minutos después, nuevamente una mano del cancerbero zaragocista evitó el gol del Alba tras un disparo raso de Manu Fuster.
Una vez el crono se plantó en el ecuador de los primeros 45 minutos el dominio del Zaragoza ya no era tan evidente como otrora y todo se niveló considerablemente más en el Carlos Belmonte, entrando el partido en una fase insípida en lo que al juego de ataque se refería y pasando bien poco o nada en las dos áreas.
El hastío se apoderó de la segunda mitad de la primera parte y el partido se transformó en soporífero, siendo poquísimo agradable de ver todo cuanto pasaba sobre el terreno de juego y sucediendo poquísimas cosas dignas de mencionarse en una y otra área.
Primera una parte de poquísimas ocasiones y pocas llegadas, por lo que otro marcador al reposo que no fuese el 0-0 era una utopia. Con el resultado inicial, los jugadores enfrentaron el túnel de vestuarios para refrescar piernas e ideas a lo largo del tiempo de reposo.
Tras el paso por la caseta no hubo alteraciones en los mimbres preparados por Rubén Albés y Fran Escrivá y en consecuencia los segundos 45 minutos empezaron sin cambios en las dos escuadras y con exactamente los mismos 22 protagonistas sobre el terreno de juego.
Que los últimos resultados han hecho mucho daño a la confianza del Albacete Balompié es algo evidente y frente al Zaragoza, conforme pasaban los minutos, se hacía más patente ya que los de Rubén Albés probaban más temor a perder que ganas de ganar y adolecían de bravura para irse a buscar con algo de fama la portería de un Álvaro Ratón que más de una vez se había mostrado mojigato y falto de confianza, mas si no mueves el árbol es imposible que caigan frutos.
Corría el minuto 59 y Zapater puso un centro medido al área que fue rematado de cabeza por el senegalés Makhtar, haciendo Bernabé una fabulosa parada cargada de reflejos para eludir el 0-1 del Zaragoza.
Llegados al minuto 62 Rubén Albés introdujo la primera substitución en las filas blancas, efectuando un cambio de hombre por hombre n el lateral izquierdo al dar entrada a Juan María Alcedo en substitución de Julio Alonso. 7 minutos después, Dubasin y Fran Álvarez dejaron su lugar a Juanma García y Sergi Maestre.
Para poder marcar gol hay que tirar a puerta, y si en 75 minutos solo lo has hecho un par de veces ya debes tener eficiencia para poder ir por delante en el marcador. Eso y no otra cosa es lo que le pasaba este martes a un Albacete que guiado por el temor a perder se preocupaba más de guardar la ropa que de nadar y así es muy complicado que el Zaragoza pudiese padecer en defensa y Álvaro Ratón bajo palos.
A falta de 10 minutos para llegar al 90 Rubén Albés agotó sus cambios al dar entrada a Kawaya por Manu Fuster y a Juan Antonio Ros por el incorporado solo unos minutos ya antes Sergi Maestre, que cayó lesionado en un lance casual.
Llegados al minuto 90 el agremiado de la batalla dictaminó 5 más de extienda y como era de prever, nada pasó sobre el terreno de juego que evitara que el 0-0 fuera el resultado final.
Así y sin prácticamente tiempo para lamerse las heridas tras el duro castigo recibido el pasado sábado en Miranda de Ebro, el Albacete Balompié volvía a la competición y lo hacía envuelto en un halo de dudas tras haberse transformado su defensa en un coladero en las últimas comparecencias ligueras y haber dejado de ser el equipo que probó ser en el comienzo del torneo.
Tras la mala imagen dada en Anduva donde Rubén Albés tuvo un ataque de adiestrador, el gallego corrigió este martes y salvo las ausencias obligadas de Boyomo por sanción y Riki por lesión, el ex del Lugo apostó por el once que mejores resultados había ofrecido hasta la data.
Con 4 cambios respecto a la semana pasada, Bernabé Barragán estuvo bajo palos; Álvaro Rodríguez en el lateral derecho, Julio Alonso en el izquierdo y Momo Djetei y Cristian Glauder en el centro de la defensa; el doble pivote fue para Lander Olaetxea en la destrucción y Fran Álvarez en la creación, estando acompañados por los flancos para conformar la línea de 4 del centro del campo de Maikel Mesa en el extremo diestro y Manu Fuster en el siniestro; arriba, en punta de lanza y con la responsabilidad del gol sobre sus hombros, Higinio Marín y Jonathan Dubasin fueron los escogidos.
Así, entraron al once Bernabé, Julio Alonso, Fran Álvarez y Dubasin, y se cayeron del mismo Riki por lesión y Juan María Alcedo, Juanma García y Diego Altube por resolución técnica. Al lado de estos 3 últimos, empezaron el partido en el banquillo y aguardando una ocasión desde la suplencia Dani González, Andy Kawaya, Sergi Maestre, Emmanuelle Attipoe, Rubén Martínez, Juan Antonio Ros, Tomas Reymao y Javi Martínez.
En lo que al contrincante se refirió, Fran Escrivá presentó un once con 7 novedades respecto al del fin de semana pasado en La Romareda frente al Ibiza y estuvo compuesto por Álvaro Ratón en portería; Larra, Francés, Jair y Gabi en defensa; Francho, Manu Molina, Zapater y el ex albacetista Eugeni Valderrama en el centro del campo.
Puntual, a la hora fijada el balón echó a rodar y desde el pitido inicial el esférico fue maño y la posesión cayó completamente del lado del Real Zaragoza, siendo el Albacete inútil de hurtarle la pelota a los de Fran Escrivá y, las raras veces que lo hacía, la presencia en los pies de los jugadores albacetistas era fugaz.
Sin balón, el Alba no estaba nada cómodo y si bien sí que es verdad que no padecía en demasía en defensa y llegados al minuto 10 Bernabé aún era un espectador de gran lujo, el Real Zaragoza hacía sobre el verde del Carlos Belmonte prácticamente lo que le daba la gana y era dueño y señor de todo cuanto pasaba sobre el tapete de la Avenida de España.
Corría el minuto 13 y en una aproximación apartada del cuadro blanco al área del Zaragoza las dudas y los nervios cambiaron de bando y Álvaro Ratón salió a por uvas, cayendo por último el balón a un Fran Álvarez que desde la media luna del área probó fortuna con un buen disparo que si no fue gol fue por la mano salvadora de Ratón, que esta vez sí y para desgracia del mediocentro de Socovos y del Albacete, anduvo muy atinado bajo palos.
Dos minutos después, nuevamente una mano del cancerbero zaragocista evitó el gol del Alba tras un disparo raso de Manu Fuster.
Una vez el crono se plantó en el ecuador de los primeros 45 minutos el dominio del Zaragoza ya no era tan evidente como otrora y todo se niveló considerablemente más en el Carlos Belmonte, entrando el partido en una fase insípida en lo que al juego de ataque se refería y pasando bien poco o nada en las dos áreas.
El hastío se apoderó de la segunda mitad de la primera parte y el partido se transformó en soporífero, siendo poquísimo agradable de ver todo cuanto pasaba sobre el terreno de juego y sucediendo poquísimas cosas dignas de mencionarse en una y otra área.
Primera una parte de poquísimas ocasiones y pocas llegadas, por lo que otro marcador al reposo que no fuese el 0-0 era una utopia. Con el resultado inicial, los jugadores enfrentaron el túnel de vestuarios para refrescar piernas e ideas a lo largo del tiempo de reposo.
Tras el paso por la caseta no hubo alteraciones en los mimbres preparados por Rubén Albés y Fran Escrivá y en consecuencia los segundos 45 minutos empezaron sin cambios en las dos escuadras y con exactamente los mismos 22 protagonistas sobre el terreno de juego.
Que los últimos resultados han hecho mucho daño a la confianza del Albacete Balompié es algo evidente y frente al Zaragoza, conforme pasaban los minutos, se hacía más patente ya que los de Rubén Albés probaban más temor a perder que ganas de ganar y adolecían de bravura para irse a buscar con algo de fama la portería de un Álvaro Ratón que más de una vez se había mostrado mojigato y falto de confianza, mas si no mueves el árbol es imposible que caigan frutos.
Corría el minuto 59 y Zapater puso un centro medido al área que fue rematado de cabeza por el senegalés Makhtar, haciendo Bernabé una fabulosa parada cargada de reflejos para eludir el 0-1 del Zaragoza.
Llegados al minuto 62 Rubén Albés introdujo la primera substitución en las filas blancas, efectuando un cambio de hombre por hombre n el lateral izquierdo al dar entrada a Juan María Alcedo en substitución de Julio Alonso. 7 minutos después, Dubasin y Fran Álvarez dejaron su lugar a Juanma García y Sergi Maestre.
Para poder marcar gol hay que tirar a puerta, y si en 75 minutos solo lo has hecho un par de veces ya debes tener eficiencia para poder ir por delante en el marcador. Eso y no otra cosa es lo que le pasaba este martes a un Albacete que guiado por el temor a perder se preocupaba más de guardar la ropa que de nadar y así es muy complicado que el Zaragoza pudiese padecer en defensa y Álvaro Ratón bajo palos.
A falta de 10 minutos para llegar al 90 Rubén Albés agotó sus cambios al dar entrada a Kawaya por Manu Fuster y a Juan Antonio Ros por el incorporado solo unos minutos ya antes Sergi Maestre, que cayó lesionado en un lance casual.
Llegados al minuto 90 el agremiado de la batalla dictaminó 5 más de extienda y como era de prever, nada pasó sobre el terreno de juego que evitara que el 0-0 fuera el resultado final.