A la ausencia de Benzema, al fallo propio y a la lesión de Lucas Hernández, aun a la advertencia a la aristocracia que observaron en el semblante ido de Messi, a todo reaccionó la campeona para abrumar a Australia con una muy, muy alta intensidad ofensiva. No era para menos. Dembélé, Griezmann, Mbappé y Giroud al tiempo suponían una declaración de pretensiones, si bien el jugador diferencial en la reacción fuera primero Rabiot. Mucho queso al tiempo en esta fondue ofensiva, especialmente para el cauteloso Deschamps.
Cuando se deciden, el fuego llega por todos lados, con tantos del propio Rabiot, Giroud y Mbappé o un tiro sacado sobre la línea de Griezmann. Aún sin Benzema y sin otros más, tienen para agredir por tierra, mar y aire.
Australia no lo puso aguantar, a pesar de su buen arranque en el hermoso estado Al Janoub, desarrollado por una mujer árabe, con un gol ya antes del cuarto de hora. En la acción se lesionó Lucas Hernández, que dejó la izquierda libre a fin de que Leckie centrase sobre la llegada de Goodwin. La impresión es que hubo fallo, aparte de lesión. Fue reemplazado por su hermano, Teo Hernández.
Lo había sido toda la jugada, iniciada con un saque largo del portero Ryan, algo que prueba la practicidad de Graham Arnold. Para el Australiano, la salida con el balón jugado no es un mantra, si bien una vez que los suyos la procuraron, recibieron un gol, segundo de Francia, con etiqueta de sentencia. En el Mundial, un fallo la comienza a redactar.
Para Francia no lo fue en el comienzo, pues sus recursos son enormes. Solo se encaraba en ese momento a una prueba de madurez. Además de Benzema, que no estuvo con los vencedores de Rusia, tampoco han llegado a Qatar Kanté o Pogba. Para Tchouaméni, en ese sitio, es una reválida acelerada, exactamente el mismo curso que reemplaza a Casemiro en el la capital de España.
La reacción la comenzó Mbappé, que procuró el desborde por la izquierda una y otra vez. La aceleración del futbolista del PSG es exorbitante, excesiva para cualquiera. No obstante, era preciso desequilibrar a toda la línea, movilidad de sus delanteros e integración de los jugadores de segunda línea. Y en eso apareció Rabiot, un centrocampista cuya calidad asomó solamente aparecer en la elite, mas sin llegar a localizar el molde en el que encajar. Por poner un ejemplo, con inconvenientes de rebeldía en el PSG.
En un centro lateral, llego tras Giroud para rematar a la red. Con las emociones recuperadas, comenzaba la carga. Dembélé, Griezmann y, en especial, Mbappé pudieron ampliar ya antes el beneficio, mas debía aparecer, nuevamente, Rabiot, el futbolista inopinado y, en consecuencia, el más desestabilizador. Un hurto por una mala salida, llegó a Mbappé, que tocó de tacón para la entrada de Rabiot, en diagonal al área. Su pase lo alojó en la red Giroud, el superviviente que le queja a todo.
A Australia le costó respirar y podría haberlo hecho cuando menos una vez si el mejor de su equipo, Irvine, un gigante de coleta y bigote de los años 20, hubiese mandado a la red un remate. Fue al palo. Exactamente la misma dirección tenía el que, minutos después, impactaría con la cabeza Mbappé, mas tras tocar en la madera, terminó en la red. La calidad son momentos y centímetros. Giroud no tiene exactamente la misma, mas está dónde hay que hacerlo prácticamente siempre y en toda circunstancia. El segundo tanto le iguala con Valencia, de Ecuador, como máximo goleador. Mas algo mucho más esencial, con Henry, los dos con 51 como máximos realizadores de Francia. Si la 'fondue' sale bue, va a haber más.
El defensa Lucas Hernández padece una ruptura de tendón de la rodilla derecha, anunció este miércoles la Federación Francesa de Futbol (FFF).
El francés fue sometido a una resonancia que "desgraciadamente confirmó el diagnóstico clínico: una ruptura del tendón cruzado precedente de la rodilla derecha", aseveró la FFF en su comunicado.
El jugador del Bayern de Múnich, de 26 años, no puede ser reemplazado en el conjunto que dirige el seleccionador francés Didier Deschamps, que va a deber disputar el resto del Mundial con 24 jugadores.
La lesión debería sostener a Lucas Hernández múltiples meses fuera de los terrenos de juego.
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Titular en el lateral izquierdo en el primer partido ganado contra Australia (4-1), Lucas Hernández se lesionó la rodilla solo al procurar detener un balón y debió ser reemplazado por su hermano pequeño, Theo, en el minuto 13.
El vencedor del planeta de 2018 con Francia se lesionó en los abductores el 13 de septiembre y había vuelto a la competición el 5 de noviembre.