La España de Luis Enrique asusta al Mundo tras un estreno histórico (7-0) | VIDEO-RESUMEN + GOLES

Nada como arrancar un Mundial festejando tantos. 7 cantó España ante Costa Rica, en una excepcional escenificación en Qatar. Jamás ya antes había firmado una victoria tan extensa en el campeonato. Si había dudas sobre sus opciones, la selección las despejó de golpe: es un equipo capaz de todo, rebosante de entusiasmo y lozanía, solidario y talentoso.
Probó sus virtudes en su primer partido del Mundial y presentó su candidatura a ganar el campeonato. O cuando menos a pelearlo. Pocas elijas han rendido a tal nivel en Qatar.

En media hora, el marcador ya reflejaba un 3-0 conveniente a España, símbolo de la insultante superioridad de la Roja frente a una enclenque Costa Rica, inútil de ganar los duelos individuales o de poner siquiera en apuros a Unai Simón.

En el estadio de Al Thumama, que no se llenó a pesar de la cantidad oficial de asistencia de la FIFA, los 'ticos' y sus seguidores se hicieron pequeños frente al vendaval de España.

Leal a su estilo, España se apropió del balón. Cada jugador su rol interpretó a la perfección: atentos los centrales, profundos los laterales (sobre todo Jordi Alba), dominadores los centrocampistas y afilados los delanteros. Marcaron los 3, Olmo, Asensio y Ferran, antes que el reloj marcara el minuto 30.

Luis Enrique no sorprendió con el dibujo, mas sí con la alineación: Rodri comenzó de central, con Azpilicueta en el lateral diestro, un centro del campo previsible (Busquets, Pedri y Gavi) y una delantera sin un 'nueve' nato.

Morata se quedó en el banquillo y Asensio ocupó su situación, flanqueado por dos de los soldados más fieles del seleccionador, Ferran Torres y Dani Olmo. La apuesta del seleccionador salió impecable.

Desde el pitido inicial, España se puso manos a la obra. No hubo voz ni voto para Costa Rica, completamente desaparejada por el futbol de la selección. Busquets, Pedri y Gavi rigieron el partido con autoridad y España comenzó a carburar desde el arranque, con Olmo a punto ya de marcar en el minuto 4, tras un enorme pase filtrado de Pedri.

El primer gol llegó minutos después, cuando Gavi, el más joven del partido, picó un balón al área: lo peleó Dani Olmo, falló Duarte en el marcaje y el delantero del Lepizig superó con solvencia la salida de Keylor Navas. España lo festejó a lo grande: insuperable forma de comenzar un partido del Mundial.

Fue, además de esto, el gol número 100 de España en el campeonato.

Con Pedri a la batuta, España se gustó: fluyó el juego, entraban en acción los delanteros y el equipo se hallaba cómodo. Lo refrendó el segundo gol, obra de Asensio en el minuto 21: el abalear leyó perfectamente el movimiento de Alba por la banda izquierda y conectó un remate que terminó en la red con la ayuda de Keylor Navas, demasiado blando en el rechace, un fallo indigno de un portero de su categoría.

Dos tantos de ventaja dan para mucho, y España supo digerir esa ventaja con madurez. Ni retrocedió ni bajó el ritmo. En el plan de Luis Enrique no hay lugar para relajaciones o especulaciones.

España prosiguió muy metida en el partido, abriendo el campo con Olmo y Ferran, con Asensio bajando a entremezclar con Pedri, un funcionamiento colectivo excepcional.

Alba, en especial activo en ataque, forzó el penalti que produjo el 3-0. Duarte le golpeó en el tobillo izquierdo y el árbitro no lo vaciló. Convirtió desde los once metros Ferran Torres: era el minuto 29 y los 3 delanteros de España ya habían marcado.

La selección estuvo a puntito de firmar el cuarto gol en los minutos de añadido de la primera parte, cuando Pedri habilitó a Asensio: el delantero del Madrid se concretó para chutar con la pierna izquierda, mas disparó demasiado tarde y su remate golpeó en la parte externa de la red.

Sostuvo el plan Luis Enrique en la reanudación. España prosiguió jugando con una intensidad innegociable, hasta reducir a la mínima expresión a Costa Rica, una selección que terminó resignada a encajar tantos aun de rebote, como el que marcó Ferran Torres en el 54', peleando un balón fallecido entre dos defensas a solo un metro de Keylor.

Tras el 4-0, Luis Enrique refrescó al equipo: entraron Morata y Soler para dar aire a Ferran Torres y Pedri. Asimismo hubo tiempo a fin de que Balde comenzase en la selección absoluta, en substitución de Alba, al tiempo que Koke reemplazaba a Busquets, a falta de media hora.

Gozó España de un plácido tramo fin del partido, una sensación extraña en pleno Mundial. Mientras que otras escojas padecen más de la cuenta o de forma directa andan cerca del abismo, como Argentina o Alemania, España se obsequió una victoria confortante y vitamínica.

Con los deberes hechos, Luis Enrique repartió minutos: entró asimismo Nico Williams, substituto de un Asensio que ha llegado al Mundial inspiradísimo; genial nueva para una España coral, que funcionó como un reloj en su primer partido del campeonato. Ansu Fati fue el único delantero que no tuvo minutos.

El partido ya había entrado en esa fase que los americanos llaman los minutos de la basura cuando Morata y Gavi firmaron la jugada que redondeó la goleada. El delantero del Atlético de Madrid se plantó ante Keylor, mas el portero supo frenarlo. Atento al rechace, Morata vio a Gavi llegar a la frontal y le obsequió un balón ideal para engancharlo de volea. Así remató Gavi, goleador en su primer partido mundialista, recién cumplidos los 18 años. Fue además de esto el MVP del partido.

No terminó ahí la goleada de España, empeñada en exprimir el partido hasta el último segundo. Los suplentes salieron con hambre: dos de ellos fabricaron el sexto; con Nico Williams ahondando por la derecha y poniendo un balón al punto de penalti.

Volvió a fallar Keylor en la salida: dejó el balón fallecido a los pies de Carlos Soler, llegador desde segunda línea. Solo debió rematar a placer.

Otro jugador salido desde el banquillo, Morata, cerró una goleada de escándalo. Firmó el séptimo de España, tras aprovechar un buen pase interior de Olmo, jugador reservado mas indispensable en los planes de Luis Enrique. Morata, necesitado de gol, lo festejó en grande. No era para menos: el 7-0 es la mayor goleada de España en la Copa del Planeta.

Abran paso a España, pareció decir la selección, que penetró en el campeonato de Qatar con una combinación perfecta de talento, juventud y ambición por batallar el título. Firmó una goleada que pasa de forma directa la historia del futbol y que cimenta las esperanzas de un país.

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