España ya conoce quien va a ser su contrincante en las semifinales del Mundial Femenino de Australia y N. Zelanda. Si había miedo o ganas de venganza por cruzarse nuevamente con el país nipón, que dio a las de Jorge Vilda un severo castigo en fase de conjuntos, todo se quedará en puras pretensiones por el hecho de que Suecia se cargó a las japonesas (1-2) y va a ser quien se enfrente a la Roja el martes próximo.

El partido se podría acotar con la palabra bipolar. Y es que tuvo dos tramos muy distinguidos. Probablemente hay quienes aguardaban más de el país nipón, que hasta cuartos era el único equipo que no había necesitado de ninguna prórroga para sacar sus partidos adelante, mas la realidad es que la mayoría del partido Suecia fue mejor.

Trazando una estrategia a nivel protector que recordó al planteamiento de Vladimir Petkovic en el Mundial de 2018 con la versión masculina, Suecia tomó el control del partido desde un comienzo. Aun del juego, tomando la iniciativa y desactivando singularmente la conexión de el país nipón entre sus centrocampistas y delanteras.

Ocasiones no le faltaron al combinado de Peter Gerhardsson, que bien pudo irse con mayor renta al reposo. Ya antes de la media hora Blackstenius tuvo una resonante en un codo con codo que pateó fuera del marco, al tiempo que toda la cadencia ofensiva de las nórdicas recayó en Asllani en ese tramo del partido.

el país nipón no tuvo nada que ver. Esta vez decidió salir con Tanaka en punta y que estuvo completamente alejada del juego. A la que las de Futoshi Ikeda cortaban en medio campo, Suecia se denfendía en bloque bajo y allá se terminaba cualquier amenaza.

Otra vez pudo pegar el cuadro europeo, y esta vez con certidumbre. En una jugada embarullada, en la que a el país nipón le faltó contundencia para distanciar la pelota de su área, los rebotes favorecieron a Ilestedt, que estuvo coge para meter el balón en el fondo de la portería (25').

Esa ventaja pudo ampliarse más aun ya antes del reposo. Y lo mereció Suecia por su dominio muy frecuente y más Asllani, protagonista total de la primera mitad, mas vio como en un caso así su duro disparo lo repelió la madera.

Se mascaba la desgracia si el país nipón no lograba reconducir la situación tras el reposo. Ikeda decidió hacer el cambio más aguardado, metiendo a Endo en banda para poder ver si podía hallarla más que a Sugita, mas no le dio ni tiempo. En un saque de esquina, Nagano no tuvo tiempo de separar su mano tras una peinada y, a través de el VAR, se confirmó un penalti que tranformó Angeldal (51').

Futoshi Ikeda debió actuar veloz. Decidió mudar las cosas arriba al momento y dio paso a Ueki, que para bien o para mal fue una de las protagonistas del duelo. Asimismo favorecida por el hecho de que Suecia retrocedió demasiado atrás y cedió el estrellato a el país nipón, que pasó de estar KO a opinar que era posible lograr recortar en el marcador.

Una acción fue la que rompió con toda activa. Ueki, entrando en el área, fue derruida por detrás por Janogy, que recién ingresaba al campo, y no hubo ningún género de dudas, penalti. La delantera fue la que tomó la responsabilidad mas no la supo aprovechar, mandando su disparo con virulencia al travesaño.

Temió un poco antes de eso Gerhardsson que las cosas se pudiesen poner peor y decidió hacer cambios estratégicos y pensando en la protectora, reemplazando a Rölfo y Asllani, las jugadoras que marcan la diferencia con la pelota en sus pies.

Procuró del mismo modo otro gol el país nipón pese a ese fallo y de que quitaban pocos minutos en el marcador. Tanto, que a nada hallaron prácticamente halla el premio que estaban buscando con otro travesaño. Mas llegó prácticamente en el 90' tras un mal despeje de Eriksson a un balón fácil quedó fallecido a fin de que Hayashi lo concretara y diese esperanzas a un país (87').

Otro gallo hubiese cantado probablemente si Gerhardsson no hubiese tenido la bravura de retirar en el 73' a Asllani y Rölfo, mas la resolución estaba tomada y en Suecia no había absolutamente nadie que retuviera la pelota, por lo que el sufrimiento en el resto del partido fue notable para Suecia. En verdad, no llegaron las tablas pues una tocada Musovic sacó una enorme mano en el descuento, marcando la diferencia y dejando el marcador conveniente a sus intereses.

Consiguió de esta manera Suecia lograr las semifinales en un partido duro y que dejó a España una clara conclusión: va a haber que sudar y trabajar para poder lograr la final.