Festejó Imanol Alguacil su partido número 201 como técnico de la Real con una victoria ante Osasuna (2-0) que le valió además de esto cerrar el año en los codiciados puestos Champions. En un entorno insuperable, con todo vendido, todo estaba listo para una enorme tarde de futbol. Informó Osasuna con apenas un par de minutos disputados y un disparo de Moncayola que murió en el palo, si bien la jugada estaba invalidada por fuera de juego.

Si bien era la Real la que llevaba el mando del partido en esos primeros acompases. La tuvo Sorloth para los txuri-urdin y el disparo se fue por poquísimo, si bien asimismo estaba el jugador en situación antirreglamentaria. Fue por último el conjunto local el que se adelantó en el marcador, en una jugada entre Brais Méndez y Kubo que remató el gallego con un disparo cruzado, pegado al palo contrario, lejos del alcance del meta rojillo.

En la segunda mitad, la Real tomó el mando del encuentro. Presto a sentenciar y el gol no se hizo aguardar. Silva arrancó la jugada, la dejó para Brais y este para un Sorloth que enfrentó portería y con una vaselina superó a Aitor Fernández. Marca jugada de la casa que levantó al Reale Arena.

Aún pudo la Real ampliar la cuenta, mas Sorloth no pudo acabar una enorme jugada de Rober Navarro que le dejó un balón al punto de penalti. Le pegó fuera el noruego.

La celebración fue completa en el feudo easonense cuando, a falta de unos minutos para el final Mikel Oyarzábal volvió a pisar el césped, 289 días tras la última vez por culpa de su lesión de rodilla. La ovación del Reale Arena lo afirmó todo.